OPS destaca relación de problemas mentales y físicos en Día Mundial de la Salud Mental

El Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, enfocó este año a la interrelación entre los problemas mentales y físicos que padecen muchas personas, señaló la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Muchas veces, las enfermedades como el cáncer, la diabetes, los problemas cardíacos y el SIDA desencadenan graves desórdenes psicológicos, recordó Rosalynn Carter, presidenta honoraria de este día mundial.

“A su vez, los individuos afectados por severos y persistentes trastornos mentales sufren complicaciones físicas”, destacó Carter.

“Coordinar los cuidados frente a estos cuadros combinados es un gran desafío. Tanto los médicos de las distintas especialidades como los profesionales de la salud mental pueden usar esta oportunidad para diseñar estrategias creativas que relacionen los aspectos físicos y mentales de los cuidados de salud”. Además, “las personas y familias afectadas pueden ayudar a aumentar la conciencia sobre la necesidad de sistemas de tratamiento más comprensivos”, agregó.

Por su parte, Claudio Miranda, asesor regional en salud mental de la OPS, indicó que aunque la atención internacional sobre los temas de salud mental está aumentando, aún falta mucho por hacer.

Aún en situaciones excepcionales, como desastres naturales, guerras o terrorismo, cuando la vulnerabilidad emocional de la población aumenta, la gente lo piensa dos veces antes de ir a ver a un psicólogo o psiquiatra por el temor al estigma social, aseguró el experto.

Al mismo tiempo, algunas autoridades de salud no ven a la salud mental como una prioridad cuando se enfrentan con los problemas urgentes que se presentan en una situación de desastre.

A nivel mundial, se estima que unas 400 millones de personas sufren trastornos mentales o neurológicos, o problemas psicológicos derivados del consumo de alcohol y drogas. Y al menos una de cada cuatro personas que llega al servicio de salud presenta síntomas de uno de estos desórdenes, que a menudo están mal diagnosticados y, por ende, mal tratados, añadió Miranda.

En América Latina, los estudios recientes muestras que entre el 15% y el 23% de los niños y adolescentes sufre problemas de salud mental. De ellos, entre el 3% y el 4% han tenido desórdenes severos que requieren de tratamientos especiales.