OIT: Inseguridad económica propicia un mundo lleno de “ansiedad y enojo”
Cerca de tres cuartas partes de la fuerza laboral del mundo vive en países donde prevalecen condiciones de inseguridad económica, lo que genera un entorno “lleno de ansiedad y enojo”, reveló un estudio divulgado hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En cambio, la población de los países donde el ingreso está protegido reporta altos niveles de felicidad. Desafortunadamente, sólo el 8% de la gente habita en estos lugares con seguridad económica, señaló el informe.
Agregó que una red socioeconómica de seguridad no sólo promueve el bienestar, la felicidad y la tolerancia a nivel personal, sino que apoya el crecimiento y el desarrollo económicos y la estabilidad social.
El documento –el primero en la historia que mide la seguridad económica y social de los individuos y de los países- establece la relación entre las variables personales y sociales.
“Con el estudio se verificó que la lista de países que tienen mayores desigualdades son también los que tienen menor seguridad. O sea, hay una relación inversa entre desigualdad y seguridad. Esto sugiere que uno no puede alcanzar niveles de seguridad para sus ciudadanos y sus trabajadores si, al mismo tiempo, no tiene una política de redistribución del ingreso que sea eficiente”, destacó José Figueredo, economista en jefe del equipo redactor del informe.
Por su parte, Juan Somavía director general de la OIT, señaló que a menos que las sociedades se vuelvan más igualitarias y que la economía global sea más incluyente, muy poca gente tendrá seguridad económica y trabajo decente.
El análisis titulado “Seguridad económica para un mundo mejor” recaba datos de 90 países que alojan al 85% de la población mundial.
Entre los elementos que plantea, resaltan el impacto de la globalización y las políticas de empleo en los individuos y en los Estados, además de las necesidades y aspiraciones de los trabajadores en el ámbito laboral.
Del mismo modo, trata el impacto de la pobreza y el desarrollo en la seguridad humana y la extensión de los riesgos económicos y sociales a los que están expuestos los trabajadores en sus sociedades.
El estudio también incluye una jerarquización –basada en habilidades, protección del empleo, representación e ingreso- de la seguridad económica de los trabajadores en los 90 países encuestados.