Un programa de pequeñas donaciones, está haciendo grandes cambios en el medio ambiente y las comunidades

Un programa de pequeñas donaciones, está haciendo grandes cambios en el medio ambiente y las comunidades

Las comunidades rurales de América Latina y el Caribe están llenas de creatividad a la hora de encontrar soluciones para combatir el cambio climático y conservar la biodiversidad.

“Estamos muy entusiasmados en compartir el conocimiento que tenemos y la metodología con ustedes”

Lo que escuchamos, son pescadores de Cuba y de Belice, que se han reunido para aprender sobre el cultivo de algas marinas.

En la década de los 90, la deficiente regulación y la sobrepesca, así como la actividad humana en los ecosistemas marinos hizo que la población de peces en la comunidad pesquera de Placencia, Belice, se redujera considerablemente, poniendo en riesgo los medios de vida de sus habitantes.

Fue desde entonces que la cooperativa local de pescadores comenzó a experimentar con el cultivo de algas marinas, que proporcionan un hábitat natural para muchas especies marinas y absorben el exceso de nutrientes en el ecosistema.

“El cultivo de algas marinas es bueno para el medio ambiente, bueno para las personas, provee seguridad alimentaria y hábitat marino para crustáceos”

Habla Leonel Riqueña, coordinador nacional del Programa de Pequeñas Donaciones en Belice, una iniciativa del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, coordinada por el Programa de la ONU para el Desarrollo.

Los pescadores de Belice, recibieron dos subsidios consecutivos de 90.000 dólares. Esto le dio la oportunidad a la comunidad de aumentar sus cultivos de algas e incluso comenzar a utilizar las algas marinas como ingredientes para otros negocios, tales como la venta de batidos.

Ahora, comparten sus conocimientos con sus colegas de Colombia y Cuba, impulsando soluciones comunitarias como esta, para problemas globales, como lo es la sobrepesca.

Ana Maria Currea, es especialista en comunicaciones y gestión de conocimiento para el Programa de Pequeñas Donaciones.

 “Nosotros entregamos donaciones a las comunidades y ellos desarrollan sus propias soluciones, por ejemplo, cómo hacer manejo participativo de áreas protegidas, cómo proteger la diversidad, cómo enfrentar el cambio climático desde la mitigación, así como desde el punto de vista de adaptación, y cómo manejar el tema de degradación de la tierra¨.

 Las más de dos décadas del Programa han apoyado a organizaciones no gubernamentales y comunidades rurales, incluidas mujeres, indígenas y jóvenes, a avanzar en la degradación medioambiental. Estas soluciones ahora están siendo compartidas desde la región de América Latina y el Caribe hacia el resto del mundo y viceversa.

“Nos dimos cuenta de que había un gran vacío entre nuestro éxito a nivel nacional, y a nivel global, y que necesitábamos compartir esos proyectos tan exitosos a nivel regional. Con lo cual creamos una nueva plataforma que se llama la plataforma de cooperación sur-sur para la innovación a nivel comunitario, en donde nosotros apoyamos el intercambio entre comunidades y de la sociedad civil, para que puedan aprender el uno del otro de las prácticas que han desarrollado en el terreno”,

Gracias al intercambio con Belice, mujeres y hombres de una cooperativa de la isla de Providencia en Colombia desarrollaron un proyecto piloto para c     ultivar algas marinas y una delegación cubana además de aprender sobre la labor pudo además compartir sus conocimientos sobre el cultivo de las esponjas.

“Hemos sido pioneros de una gran cantidad de proyectos innovadores en nuestros paisajes marinos, y estos resultados son lo que le estamos ofreciendo al mundo, especialmente a la región del Caribe”.

Pero Belice no es el único país de América con una visión innovadora para ayudar al planeta. En Chile, comunidades rurales con el apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones han diseñado una serie de tecnologías para combatir el cambio climático entre las cuales se encuentran estufas de bajo consumo de energía, conocidas como las “cocinas mágicas”, hornos y secadores solares y hornos de arcilla, entre otros.

Estas tecnologías reducen el uso de la leña y la deforestación que conlleva, e impactan   enfermedades respiratorias en niños y ancianos. Además, ahorran tiempo que puede dedicarse a otras actividades como educación, tiempo familiar y descanso.

Otro gran ejemplo de cómo la cooperación sur-sur, es decir, del intercambio de tecnologías y conocimiento entre países en vías de desarrollo, puede aportar soluciones locales para problemas globales, es la agricultura sostenible cubana, que está atravesando continentes, como explica Ana Maria Currea.

“Nosotros hemos facilitado el desarrollo de la agricultura orgánica y sostenible en Cuba y nuestros colegas en el pacífico querían aprender de esto, teniendo problemas de seguridad alimentaria y de manejo de la tierra. Se hizo un intercambio entre Cuba, Fiji y Solomon Islands, y ahora se han desarrollado fincas de demostración”.

Y es que el programa de pequeñas donaciones también intenta encontrar centros de excelencia, para fomentar la cooperación.

“Nosotros llamamos centros de excelencia a los proyectos que se han convertido en centros de entrenamiento para que otras comunidades, así como miembros del gobierno y otras organizaciones de desarrollo puedan aprender prácticas que han sido ya, exitosas y que se ha demostrado que funcionan a nivel de terreno y los ayudamos a que se puedan volver un centro que pueda recibir a comunidades alrededor del mundo para que puedan enseñar estas prácticas.”

"Estamos buscando forjar alianzas más sólidas, una mayor colaboración y un movimiento de solidaridad dentro del programa de pequeñas donaciones. Compartir estas ideas, compartir estas innovaciones y fomentarlas y crear una red de practicantes sur-sur para lograr los ODS ".

Además, soluciones innovadoras y creativas contra el cambio climático y otros desafíos ambientales como éstas y muchas otras más pueden encontrarse en la plataforma SSMART del Programa de la ONU para el Desarrollo.

Se trata un mercado digital global, en el marco de la cooperación sur-sur, al que las comunidades pueden acceder para encontrar las mejores ideas y soluciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contactar directamente a sus creadores para generar alianzas y colaboraciones.

 “Como programa estamos explorando el paisaje para encontrar innovaciones, para ver cómo convertimos las ideas en soluciones para avanzar en la agenda de los Objetivos, y lo hacemos mediante la creación de alianzas con agencias gubernamentales y la asociación de la comunidad”,

El Programa de Pequeñas Donaciones continúa recibiendo propuestas de comunidades interesadas, sólo se debe contactar al coordinador nacional en su país, cuya información se encuentra en el sitio web oficial de la iniciativa.

 “Como programa estamos explorando el paisaje para encontrar innovaciones, para ver cómo convertimos las ideas en soluciones para avanzar en la agenda de los Objetivos, y lo hacemos mediante la creación de alianzas con agencias gubernamentales y la asociación de la comunidad”.

Laura Q.

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Pescadores de Belice comparten su innovadora técnica de cultivo de algas marinas a sus pares en Colombia y Cuba, y mujeres en honduras aprenden cómo construir estufas solares gracias a técnicos chilenos. 

Estas iniciativas hacen parte del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el PNUD

Escucha de qué se trata y cómo está ayudando a las comunidades a proteger sus ecosistemas. 

Cortesía Música: Borrtex

Audio Credit
Laura Quiñones
Audio
6'57"
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PNUMA