La paz en Siria es un imperativo moral y político, dice el Secretario General

Trabajadores de Naciones Unidas guardan un minuto de silencio en el sexto aniversario del inicio del conflicto en Siria. Foto: ONU/Roberta Politi
Trabajadores de Naciones Unidas guardan un minuto de silencio en el sexto aniversario del inicio del conflicto en Siria. Foto: ONU/Roberta Politi

La paz en Siria es un imperativo moral y político, dice el Secretario General

Al cumplirse seis años del inicio del conflicto en Siria, el Secretario General de la ONU, António Guterres, conminó a todos los actores implicados a superar sus diferencias para poner fin al sufrimiento de millones de personas.

En un mensaje leído por su portavoz, Guterres aseveró que los sirios son víctimas de una de las peores conflagraciones de nuestros tiempos.

“La paz en Siria es un imperativo moral y político para el pueblo sirio y para el mundo, un imperativo que no puede esperar”, dijo Stephan Dujarric.

El Secretario General urgió a todas las partes a sacar el máximo provecho del alto el fuego acordado el 30 de diciembre de 2016 por los garantes de las conversaciones de Astana –Rusia, Turquía e Irán– y a garantizar que la ayuda humanitaria llegue sin impedimentos a toda la población necesitada.

Además, Guterres instó a los actores con influencia en las partes en conflicto a superar sus diferencias y trabajar unidos para contribuir a las negociaciones basadas en el Comunicado de Ginebra y en las resoluciones del Consejo de Seguridad para un proceso político de transición liderado por los sirios.

Con motivo del sexto aniversario, el personal de la ONU en Nueva York guardó un minuto de silencio para expresar su solidaridad con el pueblo sirio.

El simbólico evento tuvo lugar al mediodía frente a la escultura de un revólver con el cañón anudado del artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd, que se encuentra en la explanada de acceso al edificio de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Muchos de los participantes portaban la foto de un niño sirio de seis años con la leyenda “no soy un objetivo militar”.

Otras instalaciones del Sistema de la ONU en el mundo celebraron ceremonias similares.