O´Brien informó a ese órgano de los pormenores de su reciente visita a ese país, donde ha comprobado de cerca el efecto devastador del conflicto para los yemeníes y la infraestructura.

Subrayó que las partes enfrentadas deben cesar la lucha y volver a la mesa de negociación, “antes de que sea demasiado tarde. De otra forma, no habrá nada en pie por lo que luchar”.

El coordinador humanitario de la ONU explicó que cuatro de cada cinco yemeníes necesitan asistencia humanitaria y casi un millón y medio de personas son desplazados internos. Además, más de mil niños han muerto o resultado heridos y aumenta el número de jóvenes reclutados como combatientes.

En medio de tanta violencia, inseguridad y destrucción, los trabajadores humanitarios continúan proveyendo ayuda vital a pesar de los problemas operativos y de los riesgos que afrontan.

“Desde que comenzó el conflicto a finales de marzo , casi siete millones de personas en Yemen han recibido ayuda de las agencias de la ONU y sus colaboradores, incluido alimentos, agua, refugio, asistencia sanitaria y protección. Estoy muy agradecido por los incansables esfuerzos de mis colegas”, manifestó O´Brien.

Agregó que el éxito de todos esos esfuerzos para seguir prestando ayuda depende de que dispongan de los recursos necesarios para esa tarea.

Hasta el momento, sólo se ha recibido el 18 por ciento, o unos 282 millones de dólares, de los 1.600 millones que se solicitaron a los donantes para ayuda humanitaria en Yemen.

O´Brien enfatizó que la paz “es esencial” para poner fin al tremendo sufrimiento de los habitantes en ese país y debe alcanzarse a través del diálogo de las palabras y no de las armas.