El gobierno mexicano ha afirmado que la Cruzada Nacional contra el Hambre no es una medida de asistencia limitada a repartir víveres sino que se trata de una estrategia integral de inclusión y bienestar social que busca un cambio estructural.

El representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Raúl Benítez, encomió la iniciativa y confió en que demostrará cuán rápido se puede avanzar hacia la seguridad alimentaria cuando todo un país moviliza sus recursos para erradicar la pobreza y el hambre.

Benítez ofreció a México el respaldo firme de la FAO y citó la experiencia del Programa Hambre Cero, de Brasil, que se ha convertido en ejemplo a nivel mundial.

“Creemos que México también puede ser un referente en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria, como FAO estamos convencidos que esta es una meta posible, que existe el conocimiento y los recursos necesarios, y que es algo que se puede lograr en el corto plazo”, puntualizó.