Por ese motivo, rechazó la supuesta naturaleza “anormal” que se trata de atribuir a la homosexualidad y la transexualidad y condenó los intentos de “rectificarlas” usando las llamadas “terapias de reconversión”.

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció igualmente la violencia contra los homosexuales.

“La homofobia y la transfobia no son diferentes al sexismo, la misoginia, el racismo o la xenofobia pero, mientras estas últimas formas de prejuicio son universalmente condenadas por los gobiernos, la homofobia y transfobia son a menudo pasadas por alto”, dijo Pillay.

Por su parte, el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, explicó el daño que la homofobia causa a la hora de prevenir el SIDA.

“Cuando las personas son estigmatizadas por su orientación sexual o identidad de género, tienen menos probabilidades de acceder a los servicios que necesitan. Esto se traduce en nuevas infecciones de VIH y nuevas muertes relacionadas con el SIDA”, dijo Sidibé.