“Creemos que los resultados de estas elecciones representarán bien la voluntad de los votantes y serán aceptables para Iraq y para el mundo como una base sólida para el Parlamento y el gobierno de los próximos cuatro años”, dijo el enviado en entrevista con la Radio de Naciones Unidas.

Agregó que la forma en que se llevó a cabo el proceso electoral infundió en los iraquíes la confianza de que su voto contaría de verdad.

Melkert reconoció que existieron puntos de desacuerdo en la celebración de los comicios y se refirió específicamente a la exclusión de varios candidatos basada en una ley que prohíbe la participación a quienes ocuparon ciertos cargos bajo el régimen de Saddam Hussein.

Además, la transparencia no alcanzó el mejor nivel, dijo Melkert.

Sin embargo, agregó, el proceso se apegó a la ley electoral adoptada por el Parlamento y las controversias no afectaron al proceso en general.

En este sentido, el representante de la ONU subrayó la participación de más de 6.000 candidatos y 12 millones de votantes, calificando a estas elecciones como históricas para Iraq.