En su último informe al Consejo de Seguridad, Ban Ki-moon indicó que en ocho años de administración provisional de las Naciones Unidas, Kosovo ha hecho avances importantes en el establecimiento y la consolidación de instituciones democráticas.

Destacó que esas instituciones han sentado las bases de una vida pacífica y normal para todos los habitantes. Reconoció, sin embargo, que “el proceso de plena reconciliación e integración” será largo y continúa siendo un verdadero desafío.

Agregó que para hacer mayores progresos en la consolidación de la coexistencia pacífica se necesitará la firme determinación de los dirigentes y un genuino compromiso de los miembros de todas las comunidades.

“Lamentablemente, grandes segmentos de la población serbia de Kosovo siguen considerando que las Instituciones Provisionales no los representan”, dijo Ban.

Explicó que los serbios kosovares mantienen el boicot de estas instituciones y prefieren las estructuras paralelas apoyadas por las autoridades de Belgrado para la prestación de servicios básicos.

Al mismo tiempo, consideró desalentador que regresen tan pocos serbios debido a la incertidumbre de las perspectivas económicas y los continuos problemas relacionados con la seguridad.

El Secretario General sostuvo en su informe que la determinación del futuro estatuto de Kosovo debe seguir siendo una prioridad del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional.

En ese sentido, reiteró su apoyo a la propuesta de su Enviado Especial, la cual, a su entender, contiene los elementos apropiados para una solución sostenible de ese estatuto.