En una declaración leída por su presidente de turno, el embajador del Reino Unido, Emyr Jones Parry, reafirmó que todos los actos terroristas son injustificables y constituyen una de las amenazas más graves a la paz internacional.

Los 15 miembros de ese órgano subrayaron “la necesidad de enjuiciar a perpetradores, organizadores, financistas y patrocinadores de estos actos reprehensibles de terrorismo”, y urgieron a todos los Estados, conforme sus obligaciones bajo el derecho internacional y las resoluciones relevantes del Consejo, “a cooperar activamente con las autoridades iraquíes en ese sentido”.

Al mismo tiempo, el Consejo subrayó que en el combate contra el terrorismo se deben respetar las normas sobre derechos humanos, refugiados y el derecho humanitario internacional.