La ex primera ministra de Noruega logró colocar problemas como la lucha contra el tabaco en los primeros puestos de la agenda mundial y promover la adopción de un convenio internacional.

Brundtland consideró que ese convenio, que para entrar en vigor precisa la ratificación de 40 países, tiene muchos aspectos importantes, pero uno crucial es la delimitación de espacios en los que se prohíbe fumar.

“Los espacios libres del humo del tabaco hacen que a los fumadores les resulte más fácil dejar el hábito –dijo Brundtland--. Lo hemos visto aquí en la OMS. Cuando este edificio se volvió no fumador escuchamos que la gente decía: ahora es más fácil dejar de fumar, porque no podemos fumar durante las horas de trabajo”.

La funcionaria saliente añadió que éste es un ejemplo de cómo se puede avanzar en este tipo de tema.

La ex primera ministra señaló que no había querido aspirar a un nuevo período porque quiere dedicar su tiempo a la familia y a las actividades que había tenido que postergar durante sus 30 años de vida pública.