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Una iniciativa para el desarrollo y respetuosa con el medio ambiente , apoyada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), protege la vida silvestre amenazada en el Parque Nacional Royal Manas de Bután.
Ubicado en la región centro sur del país, el Parque Nacional Royal Manas representa el ejemplo más grande de ecosistema tropical y subtropical del país.
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Varios miles de especies de animales y plantas, algunas de ellas en peligro de extinción, forman parte del ecosistema único de este parque, como el langur dorado, el cálao de cuello rufo y el lagarto de jardín oriental.
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El Parque es también el hábitat ideal para el tigre de Bután, en peligro de extinción, considerado una “especie clave”, porque sirve de barómetro para conocer la salud de todo el ecosistema.
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La caza furtiva es una de las principales amenazas para el tigre de Bután. Además, debido a que su hábitat se encuentra cerca de los asentamientos humanos, corre el peligro también de que lo maten los propios aldeanos.
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Los guías del río de Panbang, cerca de la frontera con la India, se han dado cuenta de que la única forma de conservar el ecosistema y proteger a los tigres, no es solo concienciar sobre su peligro de extensión, sino también generar nuevos medios de subsistencia sostenibles para su propia comunidad.
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La pandemia de COVID-19 también ha obligado a la comunidad de Panbang, que depende del turismo basado en la vida silvestre, a adaptarse y encontrar nuevas formas de subsistencia.
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Los guías se han convertido en pioneros de la agricultura hidropónica en el país, una práctica que combina la piscicultura con la hidroponía (cultivo de plantas sin suelo).
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Si la iniciativa tiene éxito, la comunidad conseguirá una fuente de ingresos nueva y sostenible, que reducirá su dependencia de los recursos naturales, y acabará con el conflicto entre las personas y la vida silvestre en peligro de extinción.