La destrucción de una presa en Ucrania provoca la falta de agua potable y aumenta el riesgo de enfermedades

Un barrio de Kherson inundado tras la destrucción de la presa de Kakhovka, en el sur de Ucrania.
UNICEF/Alexsey Filippov
Un barrio de Kherson inundado tras la destrucción de la presa de Kakhovka, en el sur de Ucrania.

La destrucción de una presa en Ucrania provoca la falta de agua potable y aumenta el riesgo de enfermedades

Ayuda humanitaria

La agencia de la ONU encargada de las migraciones suministra agua potable a las zonas que acogen a los evacuados y trabaja junto al Gobierno de Ucrania evaluando qué tipo de apoyo puede ser necesario en los próximos días y semanas.

La destrucción este martes de la presa de la central hidroeléctrica de Nova Kakhovka amenaza en convertirse en un desastre ambiental inminente.

En una entrevista con Noticias ONU, la portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Olivia Headon, dijo desde Kyiv que la agencia, junto con otros socios humanitarios, envió rápidamente suministros de agua potable a las zonas que están recibiendo evacuados, "y también tratando de llevarlos a las áreas en la zona crítica, a orillas del río Dnipro".

Unas 17.000 personas se encuentran en la zona crítica inmediata con riesgo de inundación, pero sólo unas 1000 han sido evacuadas lejos de la presa, ya que, según la Organización, la mayoría de ellas desea permanecer cerca de sus hogares.

"Este ataque ha puesto en peligro miles de vidas, ha causado graves daños medioambientales y ha sometido a una mayor presión a los servicios de respuesta en un país que ya está haciendo frente a las consecuencias humanitarias de más de un año de guerra", declaró el director general de la Organización, António Vitorino.

Kherson todavía está en fase de recuperación de los combates

La ciudad de Kherson, que aún se recupera de los intensos combates de finales de 2022, se encuentra en el curso de la presa y ya está parcialmente inundada. Los residentes de las comunidades afectadas recibieron la orden de evacuar la zona y las autoridades ucranianas indicaron que más de 16.000 personas se encuentran en la "zona crítica" de la orilla occidental del río Dnipro, controlada por Ucrania.

"Las infraestructuras públicas nunca deberían ser un objetivo. Sin embargo, ahora, civiles inocentes no sólo viven en una zona de inundaciones letales, sino que además se enfrentan a una grave escasez de agua potable y de suministros críticos de energía en las próximas semanas, a medida que empeora la situación humanitaria", añadió Vitorino.

Peligra el suministro de agua en Crimea

Además de la amenaza para las personas y los daños medioambientales, la proximidad de la presa con la central nuclear de Zaporiyia y la línea del frente, una situación que genera gran preocupación en materia de seguridad. Se prevé que el incidente también afectará al suministro de agua en la República Autónoma de Crimea y a otras zonas de Ucrania.

Tras las evaluaciones iniciales, la Organización considera que el agua potable y los alimentos figuran entre las necesidades prioritarias. En coordinación con las autoridades locales, la OIM tiene previsto ampliar su apoyo al suministro de agua y saneamiento, la distribución de artículos de emergencia, el apoyo a los centros de acogida y la prestación de asistencia sanitaria.

Teniendo en cuenta el efecto sobre el suministro de agua y la probabilidad de inundaciones, las enfermedades transmitidas por el agua suponen una grave amenaza. La OIM está preparada para apoyar las medidas de prevención y control de infecciones, por ejemplo, mediante la distribución de kits contra el cólera.

"A pesar de la devastación causada por la guerra y de los retos que plantea, debemos invertir en la recuperación y reconstrucción de Ucrania. Al tiempo que satisfacemos las necesidades de emergencia, también debemos centrarnos en el futuro pacífico de Ucrania", finalizó Vitorino.

Todavía hemos de descubrir el tamaño real de la catástrofe

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad celebrada el martes por la noche, el Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, afirmó que "la magnitud de la catástrofe" en la región de Jerson y sus alrededores sólo se hará evidente en los próximos días".

Griffiths declaró que la ruptura de la presa tendría "consecuencias graves y de gran calado para miles de personas en el sur de Ucrania, a ambos lados de la línea del frente, por la pérdida de hogares, alimentos, agua potable y medios de subsistencia".