El terrorismo divide a los pueblos, combatirlo puede unir a los países

Las personas vulnerables en países como Nigeria son a menudo víctimas del terrorismo.
© OCHA/Christina Powell
Las personas vulnerables en países como Nigeria son a menudo víctimas del terrorismo.

El terrorismo divide a los pueblos, combatirlo puede unir a los países

Paz y seguridad

El líder de la ONU afirma que las iniciativas regionales antiterroristas en África son una muestra del trabajo que se puede hacer para poner fin a un lastre alimentado por la pobreza y la desesperación. En un debate de alto nivel, António Guterres llama a los Estados a apoyar la lucha contra el terrorismo..

“Ninguna edad, ninguna cultura, ninguna religión, ninguna nacionalidad y ninguna región es inmune [al terrorismo], pero la situación en África es especialmente preocupante”, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas este martes ante el Consejo de Seguridad.

En un debate de alto nivel sobre la prevención del extremismo y la lucha antiterrorista, António Guterres señaló que la desesperación, la pobreza, el hambre, la falta de servicios básicos, el desempleo y los cambios inconstitucionales en el gobierno siguen siendo un terreno fértil para la expansión progresiva de los grupos terroristas en el continente africano.

Con gran alarma, citó los avances de los grupos terroristas en el Sahel y otras zonas de África.

“Comunidad por comunidad, están tratando de extender su alcance. El rastro del terror se está ampliando con combatientes, fondos y armas fluyendo cada vez más entre las regiones y en todo el continente, y con nuevas alianzas que se están forjando con el crimen organizado y los grupos de piratería”, apuntó Guterres.

Agregó que el internet provee a estos grupos con una plataforma global para difundir las ideologías violentas y promover la mentira, el odio y la desinformación, aprovechando los miedos y vulnerabilidades de las personas que sufren desigualdad y exclusión, y explotando las debilidades e inestabilidad de los sistemas políticos, económicos y de seguridad.

Esas organizaciones también burlan el estado de derecho, las leyes internacionales de derechos humanos, el derecho humanitario, el derecho de los refugiados ,y otras normas y estándares internacionales, al igual que los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Iniciativas regionales

No obstante este difícil panorama, António Guterres recurrió a una nota optimista al afirmar que así como el terrorismo separa a las personas, combatirlo puede unir a los países.

Como ejemplo, citó las iniciativas regionales de lucha antiterrorista implementadas en el Sahel, la cuenca del lago Chad y Mozambique, entre otras.

En este renglón, sostuvo que la ONU apoya plenamente a África en los esfuerzos por poner fin a ese flagelo.

El Secretario General listó las instancias y estrategias de la Organización para combatir el terrorismo, al igual que la estrecha colaboración con la Unión Africana y las organizaciones regionales y subregionales de ese continente.

Explicó que la ONU asiste a los Estados africanos en las áreas de prevención, asistencia legal, investigaciones, enjuiciamientos, reintegración y rehabilitación, y protección de los derechos humanos.

 Asimismo, adelantó que, en conjunto con Nigeria, la ONU auspiciará la próxima Cumbre Africana contra el Terrorismo.

También informó que aboga por el establecimiento de nuevas misiones de paz y operaciones antiterroristas dirigidas por la Unión Africana con mandato del Consejo de Seguridad en virtud del Capítulo VII y con un financiamiento garantizado por contribuciones fijas.

El Secretario General António Guterres se dirige al Consejo de Seguridad.
ONU/Eskinder Debebe

Respeto a los derechos humanos

Por otra parte, Guterres recalcó que el combate al terrorismo debe contemplar el respeto absoluto de los derechos humanos y recordó que está probado que los esfuerzos de esa lucha anclados en políticas de seguridad que van en detrimento de las garantías fundamentales acarrean marginamiento y exclusión, lo que agrava aún más las tensiones.

Una vez más, el titular de la ONU llamó a optar por la prevención, lo que implica atacar las condiciones socioeconómicas que suelen conducir a la militancia terrorista y se pronunció por la inclusión social de todas las minorías.

Para concluir, refrendó el compromiso de la Organización con la defensa de los derechos esenciales y la dignidad de las víctimas y sobrevivientes del terrorismo.

“Es en su nombre, y en la memoria de aquellos que han sido asesinados por el terrorismo y el extremismo violento, que continuaremos nuestro trabajo para poner fin a este flagelo de una vez por todas”, puntualizó Guterres.

Se requiere una respuesta global orquestada

El debate en el Consejo de Seguridad fue organizado por Mozambique, país que preside ese órgano en el mes de marzo, y contó con la participación de los mandatarios mozambiqueño, Filipe Jacinto Nyusi; ghanés, Nana Addo Dankwa; y suizo, Alain Berset; así como con la vicepresidenta de Gabón, Christiane Raponda, y varios ministros.

El presidente de la Unión Africana, Azali Assoumani, fue otro de los oradores de la sesión que, en su turno al micrófono, aseveró que el terrorismo en un fenómeno complejo que requiere una respuesta global y orquestada.

Assoumani indicó que si bien el terrorismo es un problema de larga data, su expansión acelerada en África comenzó a raíz de la crisis en Libia, en 2011.

“Esa crisis dio lugar a la llegada de miles de combatientes y mercenarios extranjeros al Sahel y provocó la implantación de organizaciones terroristas en África y ocasionó la circulación incontrolada de armas”, detalló.

Assoumani destacó los esfuerzos africanos en favor de la paz, la seguridad y la estabilidad en el continente basados en compartir la información relevante y realizar operaciones coordinadas.

El presidente de la Unión Africana subrayó la importancia de contar con los fondos necesarios para implementar las estrategias de prevención del terrorismo y pidió el apoyo de la comunidad internacional en ese sentido.

“El tiempo no está de nuestra parte. Debemos luchar contra la pobreza y la exclusión con políticas de refuerzo de capacidades, igualdad de oportunidades y empleo para los jóvenes, que son a menudo las presas más preciadas de los extremistas. (…) Pero lo que más necesitamos son acciones globales más fuertes, más coordinadas, más innovadoras, más oportunas, más duraderas y más solidarias”, apuntó Assoumani.