El Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó este sábado que "debemos comprometernos a denunciar cada vez que seamos testigos del odio y defender los derechos humanos y dignidad para todos".

"El Holocausto no ocurrió como una 'lección' para la humanidad, pero ocurrió. Y porque sucedió, puede volver a suceder", dijo Guterres en la ceremonia anual celebrada en la histórica sinagoga Park East de Nueva York para conmemorar la liberación de los prisioneros del campo de concentración de Auschwitz.

"Nunca debemos bajar la guardia. Debemos estar siempre alerta", advirtió, "porque la dolorosa verdad es que, incluso hoy, el antisemitismo está en todas partes. Si acaso, está aumentando su intensidad".

Y lo mismo ocurre con otras formas de racismo y odio: fanatismo contra los musulmanes; xenofobia; homofobia; y misoginia. De hecho, el responsable de la ONU explicó que los movimientos neonazis de supremacía blanca representan hoy la principal amenaza de inseguridad interna en varios países, y la que crece con mayor rapidez. 

"Su veneno está pasando de los márgenes a la mayoría", dijo Guterres, citando la demonización del otro, el desprecio por la diversidad, la difamación de los valores democráticos y el desprecio por los derechos humanos como "males que no son nuevos de nuestro tiempo. Lo que es nuevo es su alcance y su velocidad".

Detener el discurso del odio

El intolerante racista que en el pasado podría haber difundido su odio hasta en la mesa de su casa, hoy tiene un micrófono de alcance mundial, dijo el Secretario General, añadiendo que: "El teórico paranoico de la conspiración que en el pasado podría haber encontrado un solo conocido en quien confiar, hoy encuentra una comunidad afín de millones de personas en Internet".

"Las consecuencias son tan preocupantes como peligrosas", subrayó, y recordó que el viernes, durante la ceremonia anual de la Asamblea General de la ONU en memoria del Holocausto, formuló un llamamiento para frenar el odio y crear barreras de protección.

"Denuncié a las empresas de redes sociales, a las tecnológicas y a los anunciantes por su complicidad en la propagación de mentiras infames con fines lucrativos. Llamé a establecer una regulación para depurar responsabilidades. Y pedí que todos nos levantáramos y nos mantuviéramos firmes contra el odio. Debemos hacer frente a las falsedades con hechos, a la ignorancia con educación, a la indiferencia con compromiso", declaró.

Los líderes religiosos y los gobiernos deben dar un paso adelante

Guterres siguió su explicación señalando que los líderes religiosos de todo el mundo tienen el deber de prevenir la instrumentalización del odio y apaciguar el extremismo entre sus seguidores. Al mismo tiempo, los gobiernos tienen la responsabilidad de educar sobre los horrores del Holocausto. 

"Las Naciones Unidas -mediante nuestro Programa de Divulgación del Holocausto- están a la vanguardia de esta labor crucial. Y como cada vez hay menos testigos directos, "tendremos que encontrar nuevas formas de mantener viva la antorcha del recuerdo. En el seno de las familias y entre generaciones. En las aulas y a través de las regiones. Debemos contar las historias de los perseguidos", detalló.

Esas historias deben incluir el asesinato en masa de los romaníes y los sinti; la tortura y el asesinato de otras víctimas perseguidas por los nazis: las personas con discapacidad; los alemanes de ascendencia africana; los homosexuales; los prisioneros de guerra soviéticos; y los disidentes políticos e innumerables otros.

"Y, ante todo, debemos contar las historias de todos los niños, mujeres y hombres que fueron sistemáticamente asesinados y que formaron conjuntamente el rico y vibrante mosaico que constituía la vida judía en Europa. Debemos recordar el Holocausto no como la historia de 6 millones de muertos, sino como 6 millones de historias de muerte diferentes", dijo Guterres.

Honrar la memoria de los fallecidos

El Secretario General añadió que nuestra responsabilidad es honrar la memoria de los que perecieron, "pero también conocer la verdad de lo que ocurrió y asegurarnos de que ni nosotros ni las generaciones futuras lo olvidemos jamás" y que debemos “rechazar la impunidad de los perpetradores en cualquier lugar. Para oponernos a quienes niegan, distorsionan, relativizan, revisan o encubren de cualquier otro modo su propia complicidad o la de sus conciudadanos". 

Citando al renombrado académico y cronista Victor Klemperer, el titular de la ONU afirmó: "Curioso: en el mismo momento en que la tecnología moderna anula todas las fronteras y distancias..., el nacionalismo más extremista causa estragos". 

Aunque el pasaje fue escrito en la década de 1930, Guterres señaló que actualmente posee un inquietante eco.   

"Nuestra respuesta debe ser clara. Debemos consolidar nuestras defensas y rechazar a quienes pretenden negar el pasado para remodelar el futuro. Debemos comprometernos, no sólo a recordar, sino a denunciar y a levantarnos. Denunciar el odio allí donde lo veamos y defender los derechos humanos y la dignidad de todos, hoy y siempre", concluyó el Secretario General.