Las Emisoras de Paz pretenden narrar la historia oculta de cientos de poblaciones colombianas que vivieron durante décadas en medio del conflicto armado.

Emisoras de paz en Colombia: la voz de quienes nunca fueron escuchados

Radio Nacional De Colombia
Las Emisoras de Paz pretenden narrar la historia oculta de cientos de poblaciones colombianas que vivieron durante décadas en medio del conflicto armado.

Emisoras de paz en Colombia: la voz de quienes nunca fueron escuchados

Paz y seguridad

Basadas en la convicción de que la comunicación ayuda a sanar heridas históricas, una serie de emisoras de radio llevan esperanza por todo el país latinoamericano a través de historias de reconciliación, paz y cultura.

“Todos los días me despierto con un objetivo, visibilizar a esos que jamás han tenido voz”, la frase la dice Anderson Salinas, un joven periodista del departamento de Norte de Santander, al nororiente del Colombia, mientras se alista para una nueva jornada de trabajo.

Anderson tiene 29 años de edad, es comunicador social y desde 2020 integra una de las 12 Emisoras de Paz que actualmente se oyen en distintas zonas del país. Se llaman así porque su objetivo principal es ese: construir tejido social y hablar de paz, en lugares históricamente azotados por la violencia.

Las 12 frecuencias sonoras son producidas por el Sistema de Medios Públicos de la Radio Nacional de Colombia y son las únicas emisoras en el mundo creadas como parte de unos diálogos de paz. Nacieron dando cumplimiento al punto 6.5 del Acuerdo de Paz firmado por el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia, las FARC.

“Cada emisión es una oportunidad única de dar a conocer esa Colombia profunda y de contar las historias a partir del sentir de las víctimas, que son quienes han vivido en carne propia la violencia en nuestro país”, agrega Anderson, con el acento fuerte y golpeado, característico de la zona del país en la que se encuentra.

Acompañado de una mochila, en la que carga su grabadora de mano y libreta de notas, Anderson semanalmente recorre diferentes municipios de su natal Norte de Santander (departamento fronterizo con Venezuela), para relatar, a través de un micrófono, esas historias perdidas en años de conflicto armado y violencia vergonzante.

Llegar a todos los rincones

“Mi región es muy rural y me emociona saber que diariamente nos reportan sintonía de lugares muy apartados, que nunca habían sido protagonistas para cosas distintas que lamentables hechos de guerra”, dice Anderson.

Su trabajo justamente consiste en llevar esperanza a través de historias de reconciliación, paz y cultura, a esos oyentes que creyeron que jamás podrían salir de la espiral de violencia en la que, sin querer, se vieron involucrados por décadas.

Las Emisoras de Paz operan de esquina a esquina del país: en Algeciras (Huila), Puerto Leguízamo (Putumayo), Arauquita (Arauca), El Tambo (Cauca), Bojayá (Chocó), Florida (Valle), Chaparral (Tolima), Ituango (Antioquia), Fonseca (La Guajira), Convención (Norte de Santander), Mesetas, (Meta) y San Jacinto (Bolívar). Todas con el propósito de conectar a las comunidades a través de contenidos culturales, musicales e informativos de sus regiones.

Nosotros estamos por fuera de las radios comerciales tradicionales. Semanalmente tenemos 104 horas de contenido al aire, en poblaciones de las que nunca se hablaba, en donde nunca nadie contaba sus iniciativas”, dice Nataly Ramírez, líder de contenidos de las Emisoras de Paz, quien al igual que Anderson, insiste en que estas “no son emisoras de la guerrilla” y, por el contrario, dan voz a líderes y lideresas que trabajan por sus comunidades.

Las Emisoras de Paz están situadas en las zonas más remotas de Colombia y en lugares con un pasado violento, donde el conflicto armado fue predominante.
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Acompañamiento de la ONU

De hecho, desde su inicio, este ha sido un proyecto respaldado por la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, cuyo objetivo es acompañar a las personas en proceso de reincorporación que allí han encontrado una nueva oportunidad laboral.

En total son 72 periodistas, algunos de ellos firmantes del Acuerdo de Paz, quienes están cada mañana en distintos puntos de Colombia al frente de estas emisoras.

Si bien no interviene en los contenidos periodísticos, Naciones Unidas está llevando muy de la mano los procesos de reincorporación de todas aquellas mujeres y hombres que creyeron en el Acuerdo de Paz y que hoy le están apostando a muchas otras actividades, entre ellas el periodismo” explica Juan Ricardo Pulido, coordinador de las Emisoras de Paz. 

“Sin Naciones Unidas y su trabajo con estos firmantes, tendríamos muchísimo menos material sonoro, fotográfico, periodístico y audiovisual para mostrarle al mundo”, agrega.

Basadas en la convicción de que la comunicación ayuda a sanar heridas históricas, una serie de emisoras de radio llevan esperanza por todo el país latinoamericano a través de historias de reconciliación, paz y cultura
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Diversidad de miradas

Sin embargo, como el objetivo es que los equipos estén conformados por colombianos con miradas distintas que enriquezcan el contenido, entre sus colaboradores hay indígenas, campesinos, afros, víctimas y miembros de las comunidades LGBTIQ+, entre otros grupos. 

Colombia es un país donde la radio sigue teniendo un protagonismo importante, a pesar de los avances tecnológicos, porque éste es un país geográficamente muy rico, pero técnicamente muy complejo. No es fácil llegar a ciertos territorios con plataformas como Spotify. Por eso, el medio por excelencia para los colombianos es la radio”, agrega Juan Ricardo, afirmando que no hay ninguna otra emisora dedicada exclusivamente a aportar en la construcción de paz y a mostrar la transformación de los territorios, por lo que su razón de ser las hace tan especiales.

La comunicación ayuda a sanar heridas históricas. Estamos escuchando a las comunidades afectadas por el conflicto y estas poblaciones están decidiendo cómo narrarse, cómo avanzar en sus propios procesos de resiliencia, cómo se ven y cómo quieren ser vistos”, concluye Juan Ricardo.

Reportaje producido por Paola Rojas Camacho