La ONU pide al G20 que todas las personas que se desplazan tengan acceso a las vacunas COVID-19

Vacunación contra la COVID-19 para personas vulnerables que viven en las calles de Brasil.
OPS/Ivve Rodrigues
Vacunación contra la COVID-19 para personas vulnerables que viven en las calles de Brasil.

La ONU pide al G20 que todas las personas que se desplazan tengan acceso a las vacunas COVID-19

Salud

Tres agencias de las Naciones Unidas piden a los líderes del G20 acabar con la inequidad entre los países ricos y los de bajos recursos en materia de vacunas contra el coronavirus, una situación que “demuestra un desprecio por las vidas de los más pobres y vulnerables del mundo”.

Los máximos responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pidieron este viernes los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 que faciliten el acceso a las vacunas contra la COVID-19 a todas las personas en situación de desplazamiento.

La petición de Tedros Adhanom Ghebreyesus, Filippo Grandi y António Vitorino llega en forma de carta abierta en nombre de todas las personas que huyen de guerras, conflictos, persecuciones y violaciones de los derechos humanos o que escapan de las dificultades socioeconómicas o de las consecuencias del cambio climático en sus países.

La publicación del escrito, que coincide con la Cumbre del G-20 que se celebra este fin de semana en Roma, destaca que algunos de los países más pobres del mundo cargan con la gran responsabilidad de apoyar a los desplazados y a otras personas en movimiento.

Por ello, señalan que estas naciones necesitan un suministro de vacunas y otros insumos críticos, “fiables y adecuados” y que sirvan para estabilizar sus “frágiles y sobrecargados” sistemas sanitarios.

“Sin embargo, la actual brecha de equidad en materia de vacunas entre los países más ricos y los de bajos recursos demuestra un desprecio por las vidas de los más pobres y vulnerables del mundo. En los países de altos ingresos se han administrado 133 dosis de la vacuna contra la COVID-19 por cada cien personas, mientras que en los países de bajos ingresos sólo se han administrado cuatro dosis por cada cien personas”, denunciaron.

Del mismo modo, también destacaron que la desigualdad en la vacunación contra el coronavirus cuesta vidas a diario y sigue poniendo en riesgo a todo el mundo.

“La historia y la ciencia lo dejan claro: una acción coordinada con un acceso equitativo a los recursos de salud pública es la única manera de hacer frente a una plaga sanitaria mundial como el COVID-19. Necesitamos un impulso fuerte y colectivo para salvar vidas, reducir el sufrimiento y garantizar una recuperación mundial sostenible”, resaltaron.

Una anciana recibe la vacuna COVID-19 en un hospital de Katmandú, Nepal.
OMS/Blink Media/Uma Bista
Una anciana recibe la vacuna COVID-19 en un hospital de Katmandú, Nepal.

Tres peticiones para conseguir vacunar al 40% de la población para fin de año

Los tres representantes de las agencias y organismos pidieron a los líderes del G20 un compromiso colectivo para:

Aumentar el suministro de vacunas para las personas más pobres del mundo mediante la financiación y cumplimiento total del Plan Estratégico y del presupuesto del Acelerador ACT, y la distribución de vacunas, pruebas y los tratamientos donde más se necesitan.

“Si queremos recuperarnos de la pandemia, debemos, como mínimo, cumplir los objetivos de vacunar al 40% de la población mundial para finales de año, y al 70% a nivel mundial para mediados de 2022”, recordaron.

Garantizar el acceso a las vacunas a todas las personas que se desplazan.

Al mismo tiempo, llamaron a todos los países a garantizar que todas las personas tengan acceso a las vacunas, las pruebas y el tratamiento contra la COVID-19, independientemente de su situación legal —incluidos los refugiados, los migrantes, los desplazados internos, los solicitantes de asilo y otras personas en situación de desplazamiento.

En este apartado, pidieron que se adopten medidas para eliminar los obstáculos que impidan la vacunación, como la necesidad de aportar documentos específicos o las barreras geográficas, además de luchar contra la desinformación que alimenta las dudas sobre las vacunas.

Apoyar a los países de ingresos bajos y medios para combatir la COVID-19 con todos los medios disponibles y mediante un respaldo integral —financiero, político, técnico y logístico— para vacunar a la población de forma rápida y eficaz, con el fin de ampliar el acceso a las pruebas y los tratamientos, aplicar medidas de salud pública adaptadas y crear sistemas sanitarios más resistentes que permitan prepararse, prevenir, detectar y responder rápidamente a futuras emergencias sanitarias.