La crisis del coronavirus no puede hacernos olvidar la amenaza de las minas terrestres

Un campo de entenamiento para el desminado en la República Democrática del Congo.
UNMAS/Gwenn Dubourthoumieu
Un campo de entenamiento para el desminado en la República Democrática del Congo.

La crisis del coronavirus no puede hacernos olvidar la amenaza de las minas terrestres

Paz y seguridad

Los millones de minas terrestres que fueron enterradas hace décadas en países de todo el mundo representaron y representan una grave amenaza para las personas más vulnerables. Pese a la actual amenaza del COVID-19, no podemos permitir que el Día Internacional que sirve para advertir sobre el peligro de estos artefactos pase desapercibido, señaló este sábado el Secretario General de las Naciones Unidas.

"Las minas, los restos explosivos de guerra y los artefactos explosivos de guerra y los artefactos explosivos improvisados son una amenaza para algunos de los grupos más vulnerables de la sociedad", dijo António Guterres en su mensaje por el Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas y de Asistencia para las Actividades Relativas a las Minas, y añadió que "ahora, el mundo se enfrenta a una pandemia de enormes proporciones".

Ya fuera en Camboya o Mozambique, o en Angola y en Afganistán, se perdieron miles de vidas, y otras personas vieron frustradas sus aspiraciones para siempre "por el simple hecho de dar un mal paso", dijo.

El Secretario General recordó que las protestas de la sociedad civil a principios de los años 90 consiguieron que el sistema multilateral se alzase contra las minas antipersonales, desembocando en el tratado internacional de 1997 sobre la Convención sobre la Prohibición de Minas y otros marcos cruciales. 

Pese a los avances en muchos países que han declarado libres de minas, el Secretario General destacó que este tipo de artefactos explosivos representan una amenaza para "las mujeres, cuando van camino del mercado, los ganaderos, cuando pastorean el ganado, los trabajadores humanitarios, cuando tratan de llegar hasta los más necesitados".

Por si no fueran suficientes los problemas que acarrean los países afectados por las minas antipersonal, algunos de ellos tienen que lidiar con la pandemia del COVID-19.

Cancelación de eventos

Esta situación obliga a esas naciones y a sus habitantes "a tomar medidas que hubieran parecido inimaginables hace apenas unas semanas" y provoca la reducción de los actos previstos para conmemorar el Día.

"Se han cancelado los campeonatos de fútbol que iban a celebrarse en terrenos libres de municiones explosivas y los actos que iban a congregar a la comunidad dedicada a luchar contra las minas tendrán lugar, en todo caso, de manera virtual".

Sin embargo, y pese a la crisis causada por el coronavirus, Guterres destacó la necesidad de dar visibilidad a la conmemoración al indicar que "no podemos dejar que este día pase inadvertido y tampoco podemos permitir que no se reconozcan los derechos de las personas con discapacidad".

Del mismo modo, equiparó los éxitos en la lucha contra las minas con la actual batalla contra el coronavirus cuando manifestó que "los logros de quienes luchan contra las minas muestran que, cuando colaboramos unos con otros, podemos alcanzar metas que en su momento nos parecían imposibles. Se trata de un mensaje que nos sirve a día de hoy para tratar de acabar con la transmisión de la pandemia".

Por último, recordó a las personas que viven bajo la amenaza de los artefactos explosivos, en Siria, Mali y en otros lugares del mundo "mientras muchos de nosotros trabajamos a salvo desde nuestras casas, estas personas siguen estando expuestas y siendo vulnerables. Y cuando el mundo supere la crisis actual, seguirán necesitando nuestro apoyo".