Sudán del Sur: el Gobierno y los grupos armados matan de hambre a la población

Las Naciones Unidas han proporcionado ayuda alimentaria a los sursudaneses hambrientos durante muchos años.
Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS)
Las Naciones Unidas han proporcionado ayuda alimentaria a los sursudaneses hambrientos durante muchos años.

Sudán del Sur: el Gobierno y los grupos armados matan de hambre a la población

Derechos humanos

El hecho de destruir las cosechas o de impedir el acceso al agua puede constituir un crimen de guerra, señala una investigación del Consejo de Derechos Humanos. Tales prácticas han exacerbado considerablemente la hambruna en diferentes partes del país, que además se enfrenta a una precaria situación alimentaria.

La población del Sudán del Sur fue "privada deliberadamente de alimentos" en diferentes partes del país por razones étnicas y políticas, y también continúa la violencia sexual contra mujeres y hombres como arma de guerra, concluyeron este jueves una comisión de investigadores nombrados por el Consejo de Derechos Humanos.

Añadieron que los responsables de estas atrocidades son "ajenos" al sufrimiento de los civiles.

Los expertos advirtieron que, a medida que se acerca un nuevo plazo para que las partes en conflicto formen un gobierno de unidad después de años de conflicto, prosigue el conflicto entre el Gobierno y los grupos armados.

Posibles crímenes de guerra

En el informe de la Comisión, que se presentará al Consejo de Derechos Humanos el 9 de marzo, se describe cómo ambas partes aplicaron medidas "causantes de la inanición de la población en los estados de Wau y Unity".

"El hecho de destruir las cosechas o de impedir el acceso al agua mediante pozos de sondeo, u otras posibilidades, puede constituir un crimen de guerra por inanición, ya que su intención es hacer pasar hambre a la población civil (...) en este caso por ambas partes, como hemos documentado", dijo el profesor Andrew Clapham, miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Sudán Meridional.

Los funcionarios del Gobierno de Sudán del Sur están implicados en el saqueo de fondos públicos.

Esta táctica forma parte de una estrategia más compleja que busca "privar a las comunidades enemigas de recursos y, de ese modo, forzar su rendición", unida a la denegación del acceso a ayuda humanitaria y el consiguiente desplazamiento.

Al mismo tiempo, "los funcionarios del Gobierno de Sudán del Sur están implicados en el saqueo de fondos públicos, así como en el lavado de dinero, el soborno y la evasión fiscal", dijo el presidente de la Comisión, Yasmin Sooka. "Los funcionarios de alto rango han utilizado sus cargos oficiales para influir en las decisiones sobre la asignación de recursos estatales y adquisiciones oficiales, desviando fondos públicos para beneficio y ventaja personal".

Cientos de miles de afectados

Según el informe, esta situación ha "exacerbado considerablemente la hambruna en diferentes partes del país", "privando a cientos de miles de civiles de necesidades vitales, como el acceso a los alimentos".

El saqueo de fondos públicos por parte de los funcionarios está teniendo un impacto catastrófico en la situación humanitaria del país, dejando a la gente común sin alimentos . Más del 55% de la población, principalmente mujeres y niños, se enfrentan a la carestía de alimentos debido a la política deliberada de evitar que la ayuda humanitaria llegue a los civiles por diferentes partes en el conflicto. Esto se ve exacerbado por factores inducidos por el clima y el desplazamiento a gran escala debido al conflicto.

Al mismo tiempo, los investigadores describen cómo también se permite a los soldados y a las milicias "autorrecompensarse" y desplazar por la fuerza a las comunidades de las tierras ancestrales, a las que no se les da otra opción que unirse a cualquiera de las muchas facciones que participan en el conflicto.

Efectos personales de sursudaneses desplazados de la ciudad de Wau.
UNMISS\Nektarios Markogiannis
Efectos personales de sursudaneses desplazados de la ciudad de Wau.

Alarmantes niveles de desplazamiento

Otros abusos reportados son los ataques a aldeas en los Estados de Bahr el Ghazal occidental, Unity y Jonglei, tanto por parte de las fuerzas leales al Gobierno como de la oposición, que han provocado niveles de desplazamiento "a un ritmo alarmante".

Asimismo, también documenta numerosas campañas violentas vinculadas a fuerzas gubernamentales en los Estados de Warrap, Bahr el-Ghazal occidental y Unity, donde se reclutó por la fuerza a hombres y niños, del mismo modo que las milicias de la oposición.

Continúa la violencia sexual

En su cuarto informe al Consejo de Derechos Humanos, los investigadores también advierten que la violencia sexual relacionada con el conflicto continúa siendo "generalizada y omnipresente".

Este abuso sigue "una pauta de terror y sometimiento reconocible que se utiliza como estrategia de guerra", explica el informe, provocando un entorno "inseguro y mortal".

Ante la falta de mecanismos de justicia y de rendición de cuentas por violaciones sexuales y de género en Sudán del Sur, la negación de los hechos por parte de los perpetradores y la estigmatización de las víctimas representa un gran desafío a vencer.

1,4 millones de desplazados internos

Actualmente, en Sudán del Sur continúan en situación de desplazados internos más de 1,4 millones de civiles donde "languidecen en campamentos no aptos para satisfacer sus necesidades básicas y subsisten con una ayuda humanitaria cada vez menor", señala el informe.

Además, el conflicto en la nación africana ha convertido a unos 2,2 millones de personas en refugiados y solicitantes de asilo.

Las recomendaciones de la Comisión señalan que una de las claves para asegurar una paz duradera será llegar a un acuerdo sobre el número y las fronteras de los estados, ya que éstos determinarán la distribución del poder en todo el país.

Mujer desplazada por la violencia en el estado de Unity, Sudán del Sur, cocina su última ración de sorgo. Foto:  FAO-South Sudan
Mujer desplazada por la violencia en el estado de Unity, Sudán del Sur, cocina su última ración de sorgo. Foto: FAO-South Sudan

La precaria situación alimentaria

Más de la mitad de la población de Sudán del Sur – unos seis millones y medio de personas- pueden encontrarse en una situación de grave inseguridad alimentaria coincidiendo con en el punto álgido de la temporada de escasez de alimentos (mayo-julio), advirtieron este jueves tres organismos de las Naciones Unidas.

La situación es particularmente preocupante en las zonas más afectadas por las inundaciones de 2019, donde la seguridad alimentaria se ha deteriorado considerablemente desde el pasado mes de junio, según el informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) publicado este jueves por el Gobierno del país africano, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Programa Mundial de Alimentos.

Así, corren especial peligro 20.000 personas en los condados de Akobo, Duk y Ayod, que, de febrero a abril, padecerán los niveles más extremos de hambre (lo que en lenguaje técnico se cataloga como el nivel de inseguridad alimentaria como "catastrófico" o CIF 5). El año pasado estas zonas padecieron fuertes lluvias y necesitan un apoyo humanitario urgente y continuo.

Según las previsiones de los expertos, el hambre empeorará progresivamente desde el momento actual hasta julio, principalmente en los Estados de Jonglei, el Alto Nilo, Warrap y Bar el-Ghazal del Norte, donde más de 1,7 millones de personas se enfrentan a la falta de alimentos, un nivel de "emergencia" de inseguridad alimentaria enfase 4 de la CIF) por los efectos de las devastadoras inundaciones y los bajos niveles de producción de alimentos.

La amenaza de las langostas del desierto

Del mismo modo, treinta y tres condados llegarán a un nivel de inseguridad alimentaria de "emergencia" durante la temporada de escasez de alimentos, en comparación con los quince de enero.

"Pese a algunas mejoras de temporada en la producción de alimentos, el número de personas que padecen hambre es muy alto, y sigue aumentando. Además, ahora nos enfrentamos a enjambres de langostas del desierto que podrían empeorar aún más la situación. Es importante mantener y aumentar nuestro apoyo a la población de Sudán del Sur para restablecer o mejorar sus medios de subsistencia y la producción de alimentos, e incrementar la capacidad del Gobierno para responder al brote de langostas", declaró Meshack Malo, representante de la FAO en la nación africana.

Se espera que el hambre se agrave a partir de febrero debido principalmente al agotamiento de las reservas alimentarias y a los altos precios de los alimentos.

El informe también estima que 1,3 millones de niños sufrirán de desnutrición aguda en 2020.