La falta de alimentos en Sudán del Sur alcanzará cifras récord

Distrubuciñon de alimentos en el distrito de Pieri, en Sudán de Sur, donde el PMA presta asistencia a 29.000 personas, de las cuales 6.600 son niños menores de cinco años.
PMA/Gabriela Vivacqua
Distrubuciñon de alimentos en el distrito de Pieri, en Sudán de Sur, donde el PMA presta asistencia a 29.000 personas, de las cuales 6.600 son niños menores de cinco años.

La falta de alimentos en Sudán del Sur alcanzará cifras récord

Ayuda humanitaria

La proporción de personas con inseguridad alimentaria proyectada entre mayo y julio, un 61% a finales de julio, es la más alta jamás registrada. Esta situación se debe a la falta de alimentos en los hogares, típica de una temporada de carestía, pero se ha visto acentuada por una amplia gama factores.

Casi siete millones de sursudaneses se enfrentarán a acentuados niveles de inseguridad alimentaria a finales de julio, de acuerdo a un estudio conducido por el Gobierno de la nación africana en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos.

Unas 21.000 personas serán las que sufrirán los peores efectos o una situación catastrófica, según la escala gradual de la evaluación, seguidos por 1,82 millones que se enfrentarán a una situación de emergencia y a unos 5,12 millones que sufrirán una etapa de crisis alimentaria.

El número de afectados ha crecido en 81.000 personas en comparación con las proyecciones de enero pasado y especialmente en los estados de Jonglei, Lakes, Unity y Bahr el Gazal del Norte.

Crisis alimentaria multifactorial

“La situación de inseguridad alimentaria se debe a la escasez de alimentos en los hogares, que es típica de la temporada de carestía, pero se ha visto atenuada por el retraso de las lluvias, la persistente crisis macroeconómica, los desplazamientos de la población, las necesidades de los repatriados y los prolongados años de agotamiento de los activos y los medios de subsistencia menoscabados debido a la continuación de los años de conflicto”, indica el estudio.

A estos factores hay que añadirle los altos precios de los alimentos ocasionados por el agotamiento de las cosechas del año pasado, así como los elevados costos del transporte debidos al deterioro de la red de carreteras y la depreciación de la moneda.

El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en el país, Meshack Malo, indicó que la recuperación de la producción de alimentos depende de la paz en el país.

 Añadió que trabajan codo a codo con los agricultores que regresan a sus hogares “a reasentarse, construir activos y adaptarse a los cambios en los patrones de precipitaciones", aunque destacó que, "aún queda mucho trabajo por hacer para aumentar su capacidad para enfrentarse a estas crisis de manera sostenible".

El Programa Mundial de Alimentos destacó que para permitir la entrega de asistencia humanitaria urgente y de mayor alcance que sirva para proteger los medios de subsistencia e impulsar la producción agrícola en todo el país es imprescindible la aplicación efectiva del acuerdo de paz de 2018 y la estabilidad política.

Respuesta a la crisis

Entre las diversas medidas adoptadas para afrontar la crisis alimentaria, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación distribuye nuevas variedades de semillas adaptadas a las condiciones del lugar y capacitación en técnicas para reducir las pérdidas causadas por la sequía y las inundaciones, junto a otras iniciativas.

El Programa Mundial de Alimentos apoyará a un máximo de 5,1 millones de sursudaneses con el reparto de alimentos y dinero en efectivo, comida a cambio de trabajo en tareas de construcción y rehabilitación de espacios comunitarios, alimentación en las escuelas y productos especialmente diseñados para la prevención y el tratamiento de la malnutrición para los niños y las mujeres embarazadas o lactantes.

UNICEF y sus aliados ampliarán la prestación de servicios durante la temporada de carestía para llegar al mayor número posible de niños y niñas afectados por la desnutrición aguda grave.