La República Democrática del Congo vive un traspaso de poderes pacífico

Votantes hacen fila durante las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 30 de diciembre en la República Democrática del Congo.
MONUSCO/Alain Likota
Votantes hacen fila durante las elecciones presidenciales y legislativas del pasado 30 de diciembre en la República Democrática del Congo.

La República Democrática del Congo vive un traspaso de poderes pacífico

Paz y seguridad

La situación en la República Democrática del Congo ha adquirido recientemente un carácter "mucho más sereno que en los pasados meses de diciembre y enero”, debido al traspaso de poderes resultante de las elecciones presidenciales celebradas a finales de diciembre de 2018. 

La representante especial del Secretario General de la ONU para la República Democrática del Congo, Leila Zerrougui, indicó este lunes ante el Consejo de Seguridad que, tras las elecciones celebradas el pasado mes de diciembre, la transferencia del poder en la nación africana “ha sido la primera en la historia reciente del país que se hizo de forma pacífica”.

Pese a este dato positivo, Zerrougui destacó que no podía obviar que la oposición ha impugnado los resultados del escrutinio, pero afirmó que la mayoría de la población acogió “con alivio” la presidencia en funciones del presidente elegido, Felix Tshisekedi,

El nuevo mandatario se comprometió a trabajar en favor de la consolidación de la paz, el estado de derecho y la democracia, y la promoción y protección de los derechos humanos.

Las palabras de Tshisekedi se concretaron con acciones específicas, “para relajar las tensiones”, como la puesta en libertad de presos políticos y de conciencia, las reuniones en todo el territorio con el líder la oposición, Martin Fayulu, y el anuncio de la creación de un “entorno favorable para el retorno de los exiliados políticos”.

Diálogo para un nuevo Gobierno

Zerrougui indicó que en estos momentos se están celebrando conversaciones para formar un nuevo gobierno, entre el Frente Común para el Congo, que obtuvo la mayoría de los escaños legislativos a nivel nacional y provincial, y la plataforma Cap pour la Changement, que apoyaba la candidatura del presidente.

Una de las primeras acciones fue acordada la semana pasada cuando se decidió el nombramiento del futuro primer ministro de la República y, además, se confía en la próxima formación del equipo de gobierno que trabajará de acuerdo al programa de Tshisekedi.

La conquista de la paz

Del mismo modo, Zerrougui destacó que, como resultado del cambio presidencial y tras la entrega voluntaria de cientos de combatientes armados, “se abre una oportunidad de consolidar la paz y la seguridad en varias provincias del país”.

A este desafío se le une otro como es el de identificar las opciones que permitirán la reintegración de los excombatientes en sus comunidades.

Problemas en el este del país

Sin embargo, estos avances se ven ensombrecidos por diversos sucesos violentos en el este del país, advirtió la representante especial del Secretario General.

“En la zona del Gran Norte, dentro de la región de Kivu del Norte y donde permanece activo el segundo mayor brote de ébola de la historia, elementos del grupo rebelde Fuerzas Democráticas Aliadas y de los Mai-Mai continúan sus hostilidades contra civiles, las Fuerzas Militares de la República Democrática del Congo (FARDC) y, en varios casos, contra trabajadores humanitarios y personal de la Misión De Estabilización de la ONU en el país”.

En este aspecto, destacó el apoyo que prestan los efectivos de la Misión en materia de seguridad para los civiles, las Fuerzas Militares de la República Democrática del Congo y la policía nacional, especialmente tras los ataques contra centros de respuesta al ébola en Butembo y Katwa.

Al mismo tiempo, alertó sobre los importantes desplazamientos de población causados por los enfrentamientos en Minembwe, en la región de Kivu del Sur,y apoyó el fortalecimiento de la presencia de las FARDC junto a las fuerzas de la Misión.

Tras las elecciones presidenciales, se abre un nuevo escenario en la República democrática del Congo, un país donde el anterior presidente, Joseph Kabila, ostentó el cargo durante dieciocho años.