La paz puede construirse con la cooperación del Sur

El Servicio de la ONU de Actividades relativas a las minas fortaleció la capacidad nacional apoyando operaciones de desminado de la Campaña Colombiana Contra las Minas, una organización colombiana en el municipio de Algeciras, en el departamento de Huila.
UNMAS/Juan Arreondo
El Servicio de la ONU de Actividades relativas a las minas fortaleció la capacidad nacional apoyando operaciones de desminado de la Campaña Colombiana Contra las Minas, una organización colombiana en el municipio de Algeciras, en el departamento de Huila.

La paz puede construirse con la cooperación del Sur

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Los gobernantes del Sur y otros actores influyentes están en la primera línea del conflicto y pueden promover alternativas creativas y viables para mantener la paz. A pesar de ello, la política, el discurso y la práctica de la llamada Cooperación Sur-Sur no han incluido en su núcleo la paz, el desarrollo y la seguridad. Dos expertas explican por qué hacerlo es clave para el futuro del mundo.

Los crecientes conflictos violentos y las crisis humanitarias provocadas por el hombre son desafíos que afectan principalmente a los países del Sur y la cooperación entre ellos puede ser clave para reducirlos.

Según el reciente informe "Caminos hacia la paz" publicado por el Banco Mundial y la ONU, para 2030 más de la mitad de la población del planeta vivirá en países afectados por altos niveles de violencia, tanto nacional como internacional, y se espera que esa cifra aumente hasta el 80% a menos de que se tomen medidas a nivel global.

Además, de acuerdo con el Índice de Paz Global de 2018, esta se ha deteriorado en 92 países, revelando un mundo en el que las tensiones, los conflictos y la crisis han permanecido sin resolver durante la última década, lo que ha provocado una disminución gradual y sostenida en los niveles de paz y desarrollo.

Al mismo tiempo, muchos países del Sur son los más afectados por la afluencia masiva de refugiados, migrantes y desplazados internos que buscan una vida segura y mejor, lejos de los conflictos y la pobreza. La complejidad de este escenario se ve agravada por el cambio climático, las presiones relacionadas con la gestión de los recursos naturales y las prácticas comerciales que no son sensibles a la dinámica de los conflictos y la justicia social, factores que afectan directamente a la paz y la seguridad.

Los países del Sur y las organizaciones regionales e interregionales en coordinación con las agencias de las Naciones Unidas, los grupos de expertos y las organizaciones de la sociedad civil están persiguiendo e implementando iniciativas innovadoras para promover la prevención de conflictos y la pacificación, prestando atención a las causas fundamentales del conflicto, mientras responden a las crisis con un enfoque a largo plazo y transformador.

Sin embargo, estas opciones y soluciones no se conocen o se comparten de manera amplia y sistemática.

El caso de Colombia

Angela Ospina, Directora de la Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, en los estudios de Noticias ONU.
ONU/Laura Quinones
Angela Ospina, Directora de la Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, en los estudios de Noticias ONU.

“Se habla mucho de esa famosa frase de no dejar a nadie atrás, que cuál es la forma para no dejar a nadie atrás, pues esta cooperación Sur-Sur es quizá la herramienta más valiosa, porque no es solo un intercambio de buenas prácticas sino un intercambio de saberes y una construcción conjunta de las necesidades que nos van a permitir ir superando todas esas brechas de desarrollo que tenemos, y especialmente en temas de paz, postconflicto o convivencia”, aseguró la directora de la Agencia Presidencial de Cooperación de Colombia, Ángela Ospina, durante una entrevista con Noticias ONU.

Ospina hizo parte de un grupo de expertos que se reunieron en la sede de la ONU para discutir sobre paz, desarrollo y cooperación, en el marco de la Exposición de Desarrollo Sur-Sur 2018.

“Nada va por separado, el desarrollo trae paz, y la paz hace parte del desarrollo, a los países solos les queda muy difícil construir, sobre todo en los países donde aún no hemos alcanzado un nivel que nos permita superar nuestras brechas. Por lo tanto, la cooperación es una herramienta indispensable”, declaró Ospina, quien aseguró que el proceso de paz en Colombia está en camino de convertirse en una serie de casos exitosos para compartir con otras naciones.

Nada va por separado, el desarrollo trae paz, y la paz hace parte del desarrollo.

“En la agenda de la cooperación Sur-Sur todos los temas relacionados a la construcción de paz en tiempos de post conflictos van a ser prioritarios y en eso estoy asegura que Colombia va a ser un país que tiene mucho que aportar.  Estamos seguros de que con esta vocación y este compromiso que tiene el país, podremos también de esas experiencias y de esta construcción que se ha hecho de manera participativa, poder conformarlo en casos exitosos para replicar con otros países”, dijo.

Pero Colombia ya ha hecho parte de varios ejercicios de cooperación con un énfasis en la paz, uno de ellos es el ejercicio con Camboya y la Agencia Internacional de Cooperación de Japón (JICA) en el tema de las minas antipersonales que dejó el conflicto por más de 50 años.

“Aprovechando la experiencia que tiene Camboya en el tema de las minas antipersona, tenemos un proceso de capacitaciones en terreno, con los expertos, con aquellos que van a estar en el terreno colombiano desminando, pero también con las autoridades, que son las que tienen que desarrollar esa política pública, se trata un ejemplo exitoso de cooperación Sur-Sur”, resaltó la directora.

Los efectos del conflicto que se extendió durante medio siglo se siguen sintiendo en Colombia y quedan problemas por resolver. Uno de ellos es que muchos desplazados internos no pueden volver a sus ciudades de origen y rehacer sus vidas por la gran cantidad de minas antipersonales enterradas allí.

Al igual que Colombia, Camboya también sufrió serios daños como consecuencia de las minas antipersonales durante un conflicto interno. Las personas que trabajan en la primera línea de desminado en Colombia pidieron especialmente que al Centro de Acción contra las Minas de Camboya compartiera su experiencia con caninos para la detección de minas antipersonales.

Ángela Ospina también aseguró que la paz además se construye a través de la convivencia cotidiana, y es por ello por lo que su país también lleva a cabo un programa llamado Casas de Justicia, que está siendo apoyado por expertos de Argentina, país que cuenta con experiencia de primera mano con centros comunitarios y de acceso a la justicia.

“Las casas de justicia son una iniciativa de Gobierno en la que se desarrolló un espacio alternativo para la justicia cotidiana. En muchos países como en Colombia una de las mayores causas de muerte son las riñas callejeras, el feminicidio, la violencia doméstica y para eso llevarlo a un proceso de justicia no sólo toma un tiempo, sino que sería una acción únicamente desde un enfoque punitivo, y las casas de justicia tienen un enfoque preventivo, un enfoque donde la mediación y la conciliación son los instrumentos para esa convivencia pacífica que evite mayores problemas”, explicó.

Poniendo la paz en la agenda de la cooperación

Cecilia Milesi, consejera senior sobre paz y desarrollo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur.
David Ito/UNOSSC
Cecilia Milesi, consejera senior sobre paz y desarrollo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur.

Para Cecilia Milesi, consejera senior sobre paz y desarrollo de la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, existe un llamado mundial para centrarse en el trabajo efectivo en la prevención de conflictos y en la promoción de estrategias más efectivas que se centren en el nexo entre la paz, la seguridad, el cambio climático y el desarrollo inclusivo.

“Es un tema que normalmente no era prioridad dentro de la cooperación Sur-Sur, siempre estuvo más inclinada a temas de comercio, educación, salud, pero no necesariamente el enfoque de prevención de conflictos y construcción con una mirada holística”, explicó a Noticias ONU.

La cooperación internacional tiene esa fortaleza de catalizar y de movilizar recursos para que se compartan, recursos que son en conocimiento, pero también recursos financieros.

Milesi dijo que, tras vivir diferentes épocas de sufrimiento a través de la historia representadas en dictaduras, guerras civiles y conflictos internos, América Latina ha aprendido que, si no se ofrecen oportunidades de desarrollo cultural, económico y educativo a los ciudadanos y poblaciones, la paz será muy difícil de alcanzar.

“Las personas optan por la violencia, por el crimen cuando realmente están acorralados y no tienen oportunidades de tener una vida digna y de oportunidades para ellos y para sus familias, creemos que únicamente con desarrollo, un desarrollo inclusivo y esta creación de oportunidades puede haber paz, y la paz solamente se puede mantener si estas oportunidades siguen existiendo en el largo plazo”, aseguró.

Además, hizo énfasis en que la paz no es solamente fortalecer las fuerzas de seguridad, la policía o los cascos azules, que es lo que históricamente ha tenido más financiamiento.

 “La cooperación internacional tiene esa fortaleza de catalizar y de movilizar recursos para que se compartan, recursos que son en conocimiento, pero también recursos financieros. Las Naciones Unidas y los Estados miembros pueden crear fondos comunes para que las buenas ideas no se queden en pequeña escala y se puedan replicar”, declaró.

La experta puso como ejemplo la experiencia de Indonesia y Timor Leste, que se unieron para compartir metodologías y proyectos de desarrollo de agricultura rural para los habitantes de su frontera, donde viven poblaciones marginalizadas en las que puede crecer las tensiones y el conflicto por la falta de oportunidades.

“La Oficina de la ONU para la Cooperación Sur-Sur justamente ahora está invirtiendo esfuerzos para poder sistematizar estas experiencias de una manera más coherente y constante, porque hay conocimiento, pero está disperso, y al crear una plataforma de conocimiento global sur-sur, ojalá podamos después mostrar muchas más porque están ahí pero un poco invisibles todavía”, recalcó.

La clave está en que los socios del Sur puedan apoyarse mutuamente y promover alternativas inclusivas y pertinentes al contexto para garantizar la prevención de conflictos y promover una paz duradera.

“Históricamente ha habido muchas veces la percepción de los países del Sur de que los temas de paz son una agenda del Norte, que es un poco más de cierta imposición de determinados estándares y condicionalidades de cómo se hace la paz que no necesariamente está ajustada a la realidad de todos los países del sur. Entonces ha sido un tema que no ha sido tradicionalmente incluido, pero realmente la mayoría de los países del sur tenemos soluciones, tenemos propuestas y podemos aportar a esa narrativa de la relación entre paz y desarrollo”, afirmó la experta.

Cecilia Milesi asegura que su oficina ofrece los recursos, el conocimiento y las ideas, pero que será una decisión autónoma de los países incluir la narrativa de paz dentro de la declaración política que se espera de la Segunda Conferencia de la ONU sobre Cooperación Sur-Sur Buenos Aires +40, que se celebrará  en marzo de 2019, y que reafirmará los compromisos mundiales con este tipo de ayuda mutua entre los países.

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