Palestina, Yemen... Las noticias del miércoles
Varios altos cargos de la ONU han unido a sus voces para mostrar su preocupación por la violación de los derechos de los niños palestinos e israelíes. UNICEF ha denunciado que los bombardeos a la infraestructura de agua están aumentando el riesgo de una nueva epidemia de cólera en Yemen.
Siete niños palestinos murieron por ataques israelíes en julio
Varios altos cargos de la ONU han unido a sus voces para mostrar su preocupación por la violación de los derechos de los niños palestinos e israelíes y han pedido a las dos partes que den pasos "concretos e inmediatos" para que los menores puedan vivir "sin miedo".
El coordinador humanitario para los Territorios Palestinos, el responsable de la oficina de derechos humanos, y la representante de UNICEF han dirigido un mensaje al Gobierno de Israel y a las principales facciones palestinas "para que antepongan los derechos de los niños a cualquier otra consideración y a tomar medidas inmediatas para aliviar su sufrimiento".
Advierten de que "semana tras semana" surgen informaciones sobre niños muertos o "gravemente heridos" en la Franja de Gaza y Cisjordania, mientras que "en Israel los niños están expuestos al miedo, al trauma o a sufrir heridas graves". Solo este mes, siete niños palestinos han muerto por munición real y proyectiles de artillería de Israel. Dos niñas israelíes de 14 y 15 años supuestamente han sufrido heridas por los cohetes y los morteros lanzados indiscriminadamente por grupos armados palestinos contra Israel.
Los bombardeos en Yemen puede provocar otra epidemia de cólera
UNICEF ha denunciado que los bombardeos a la infraestructura de agua están aumentando el riesgo de una nueva epidemia de cólera. Según UNICEF, estos ataques son “una amenaza directa para la supervivencia de cientos de miles de niños y sus familias”.
En esos bombardeos han sido dañados almacenes y plantas de potabilización de UNICEF, además de la estación de agua que abastece a Hodeida.
Una empleada de la OIM, entre los 13 fallecidos en Jalalabad, Afganistán
Una empleada de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se encuentra entre las 13 personas que perdieron la vida el martes en el ataque contra una oficina de atención a refugiados en la ciudad de Jalalabad, en Afganistán.
La trabajadora, de nacionalidad afgana, tenía 22 años y había perdido hace tres a su marido por un atentado en Kabul. Deja una hija de seis años, según la misión de la ONU en Afganistán, que ha condenado " el "ataque sin sentido" en un comunicado.
"Condeno este crimen atroz que se ha cobrado la vida de una valiente compañera de Jalalabad y ha dejado a otro empleado gravemente herido", ha lamentado el director general de la OIM. El jefe de la Misión ha prometido "redoblar el trabajo para servir a Afganistán y a su gente”