Las mujeres pagan el precio de la guerra en el Sahel, pero no cuentan para los dividendos de la paz

La vicesecretaria Amina Mohammed abraza una niña durante su visita a Sudán del Sur.
ONU/Isaac Billy
La vicesecretaria Amina Mohammed abraza una niña durante su visita a Sudán del Sur.

Las mujeres pagan el precio de la guerra en el Sahel, pero no cuentan para los dividendos de la paz

Mujer

Tras una visita a Sudán del Sur, Nigeria y Chad, la vicesecretaria general de la ONU ha observado que las mujeres en la región pagan un precio muy alto por las guerras que allí se desarrollan, pero no se cuenta con ellas a la hora de incluirlas en la participación de todas las áreas de la sociedad.

Durante una reunión del Consejo de Seguridad sobre “Mujeres, paz y seguridad en el Sahel”, Amina Mohamed ha informado este martes de su reciente visita a la región, donde asegura haber identificado tres áreas que exigen especial atención en la materia.

Mohamed, que encabezaba una delegación de la ONU y estuvo acompañada por otra de la Unión Africana, señala como primera cuestión “la necesidad de abordar el duro costo que las mujeres y las niñas pagan por el conflicto”.

Ese precio es especialmente evidente en Sudán del Sur, donde se reunió con mujeres en centros de protección y quienes le narraron la violencia que tenían afrontar.

Precisamente, este martes la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha publicado un informe en el que se revela que la violación en masa ha sido utilizada por las fuerzas gubernamentales y sus aliados como arma de guerra en Sudán del Sur.

El informe señala que, al menos 120 fueron violadas por múltiples hombres. Entre las barbaridades perpetradas contra las mujeres figuran la violación de una niña de cuatro años y la de una mujer de veinte que acaba de dar a luz. Además, 132 mujeres fueron secuestradas.

También en Chad, la vicesecretaria general de la ONU encontró testimonios de mujeres que tuvieron que enfrentar la inseguridad, la pérdida de miembros de su familia a manos de Boko Haram y el aumento de su utilización como suicidas en ataques terroristas.

Mahamed indicó que la segunda área que exige atención en el Sahel es la falta de la participación de la mujer en la sociedad: “escuchamos un frustrado llamamiento universal de las mujeres para una mayor inclusión, representación y participación”.

Mayor representación de la mujer

Una representación de la mujer “es imperativa”, aseguró Mohamed y explicó que las líderes religiosas con las que habló en Chad se mostraron como “voces poderosas contra la desigualdad de género y los ataques contra los derechos de la mujer que forman parte esencial de la estrategia de los grupos terroristas”.

Una vez al año afirmamos que la igualdad de género es fundamental para la estabilidad y la paz. Sin embargo, raramente nos movemos más allá de esos principios.

“Enseñando el Corán, están enviando un mensaje de que el Corán y el islam es tanto para hombres como para mujeres y que esta es una religión de paz”, añadió.

Otra área donde las mujeres buscan su inclusión es la económica. En Chad, por ejemplo, la delegación de la ONU pudo ser testigo de los diferentes papeles que las mujeres representan en la pesca en el Lago Chad y de cómo mantienen a sus familias en la ausencia de los hombres que habían sido asesinados por Boko Haram.

Finalmente, una tercera área de preocupación expresada por Mohamed es la fragilidad de algunos países que, de no abordarse, terminarán en estados fallidos.

“En este contexto, es crítico que demos un paso adelante, lo que significa aumentar nuestra ayuda al desarrollo en estos y otros países frágiles”, aseguró.

Dirigiéndose a los miembros del Consejo de Seguridad, entre los que se encontraba la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Margot Wallstrom, en su calidad de presidenta de turno de este órgano, la número dos de las Naciones Unidas recordó que, durante 18 años, el Consejo ha debatido en su agenda sobre el papel de la mujer en la paz y la seguridad.

“Una vez al año afirmamos que la igualdad de género es fundamental para la estabilidad y la paz. Sin embargo, raramente nos movemos más allá de esos principios. Ahora es el momento de actuar. Invertir en la paz en esta región traerá dividendos para todos”, concluyó.