Los refugiados rohinyás, más cerca de regresar a Myanmar

Miles de refugiados rohingya alineados en las carreteras del asentamiento de refugiados de Kutupalong durante la visita de una delegación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Caroline Gluck/UNHCR
Miles de refugiados rohingya alineados en las carreteras del asentamiento de refugiados de Kutupalong durante la visita de una delegación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Los refugiados rohinyás, más cerca de regresar a Myanmar

Migrantes y refugiados

Gracias a un acuerdo firmado por las autoridades de Myanmar con dos agencias de la ONU, los refugiados rohinyás en Bangladesh podrán volver de forma voluntaria cuando acabe la violencia y se les reconozca su ciudadanía.

Un nuevo acuerdo firmado este miércoles por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el Programa para el Desarrollo y el Gobierno de Myanmar proporcionará una vía para el retorno de cientos de miles de refugiados rohinyás asentados en los campamentos superpoblados en Bangladesh.

Las dos condiciones más importantes para su regreso seguro y voluntario son el reconocimiento de la nacionalidad y el fin de la violencia, según destacaba el Coordinador Residente y de Asuntos Humanitarios de la ONU en Myanmar, Knut Ostby, momentos antes de la firma del acuerdo.

"Las personas han de tener una identidad, necesitan la capacidad de poder vivir como personas normales en sociedad, necesitan poder desplazarse para poder disfrutar de servicios y medios de vida", dijo.

Añadió que este proceso ha de realizarse sin violencia. “La gente necesita poder regresar en paz", destacó. 

La gente necesita poder regresar en paz

Desde agosto del año pasado, unos 700.000 rohinyás, principalmente musulmanes, huyeron del Estado de Rakhine en Myanmar, de mayoría budista, hacia Bangladesh. La mayoría de ellos huían de la violencia y la persecución, principalmente de una operación militar llevada a cabo por las fuerzas birmanas que comenzó en respuesta a los ataques violentos de insurgentes rohinyás.

El memorándum de entendimiento permitirá a los dos organismos de las Naciones Unidas acceder al Estado de Rakhine.

Según los términos del Acuerdo se les autorizará a entrar en los lugares de procedencia de los refugiados y a las posibles nuevas zonas de asentamiento a las que las Naciones Unidas no han podido acceder desde el incremento de la violencia a finales del pasado mes de agosto.

"Este es un primer paso y muy importante, pero es ahora cuando comienza el trabajo realmente fundamental", dijo Ostby. "El año pasado tuvimos una gran crisis. Cientos de miles de personas continúan viviendo en condiciones verdaderamente horribles. Y necesitamos hacer todo lo posible para ayudarles para que puedan volver a sus hogares", añadió.

ACNUR realizará una evaluación de las condiciones de vida locales y ayudará a tomar decisiones fundamentadas a los refugiados, una vez se haya verificado el acceso.

Además, permitirá a ambos organismos llevar a cabo evaluaciones de las necesidades de las comunidades afectadas y reforzar la capacidad de las autoridades locales para apoyar el proceso de repatriación voluntaria.

La Comisión Asesora sobre el Estado de Rakhine -un organismo neutral e imparcial compuesto por seis expertos locales y tres expertos internacionales, y presidido por el ex Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan- ha propuesto medidas concretas para mejorar el bienestar de todos los habitantes del Estado de Rakhine.

Sus recomendaciones incluyen el establecimiento de una vía definida y voluntaria que conduzca a la nacionalidad y garantice la libertad de tránsito para todas las personas, independientemente de su religión, etnia o condición de nacionalidad.

A los rohinyás no se les reconoce la nacionalidad birmana, ni los derechos que esta comporta, situación que constituye un obstáculo importante para el regreso a sus hogares.