La violencia en Gaza puede arrastrar a la región a otra confrontación mortífera

Grupo de jóvenes en un edificio abandonado de Gaza.
ONU-Shareef Sarhan
Grupo de jóvenes en un edificio abandonado de Gaza.

La violencia en Gaza puede arrastrar a la región a otra confrontación mortífera

Paz y seguridad

La ONU condenó este martes la pérdida injustificada de vidas en la valla fronteriza entre Gaza e Israel y advirtió que si no finaliza la violencia en Gaza, la región está en grave riesgo.

Ayer fue un día trágico para la gente de Gaza no hay otras palabras para describir esos sucesos. No hay justificación para los asesinatos. No hay excusa. No le sirve a nadie”, así se expresó este martes el coordinador especial de las Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Medio, tras los enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes.

Dirigiéndose al Consejo de Seguridad, Nickolay Mladenov condenó en los términos más enérgicos este martes las acciones que han provocado la pérdida de tantas vidas en Gaza y exhortó a todos los países a unirse a su llamada.

El diplomático recordó a Israel su responsabilidad de medir el uso de la fuerza y no usar métodos letales a no ser que los responsables de seguridad se encuentren bajo amenaza inminente de muerte o graves lesiones. 

Señaló que el país  debe tener la facultad de proteger sus fronteras del terrorismo, pero de una manera proporcionada, a la vez que solicitó una investigación independiente de todos los hechos que han provocado la pérdida de vidas humanas.

En relación con Hamas destacó la necesidad de no usar las protestas “como tapadera para intentar colocar bombas en la valla entre Gaza e Israel ni suscitar provocaciones”. Igualmente, indicó que sus efectivos no han de esconderse entre los manifestantes y arriesgar la vida de civiles.

Unas 35.000 personas participaron este lunes en manifestaciones en Gaza y cientos en diversas ciudades de Cisjordania como parte de la "Gran Marcha del Retorno", así como en protesta por el traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.

Mladenov cifró en unos sesenta el número de fallecidos este lunes, entre ellos seis niños, y más de 1300 el número de heridos. Por el bando israelí un soldado sufrió heridas leves y fue hospitalizado.

“Este ha sido el día más sangriento en Gaza, con el mayor número de muertos y heridos desde el conflicto de 2014”, dijo. Igualmente recordó que desde el inicio de las protestas palestinas el pasado 30 de marzo han muerto más de cien personas.

Asimismo, señaló que, encubiertos entre los manifestantes palestinos, había miembros de Hamas que participaron en actos violentos y de provocación, como la colocación de artefactos explosivos improvisados en la valla y otros intentos de derribarla para perpetrar ataques.

Informó que en los hospitales de Gaza se han agotado los suministros médicos esenciales, los medicamentos y el equipo necesario para atender a los heridos.

Ante esta situación llamó a Israel, a Egipto y a las autoridades palestinas a facilitar la salida de Gaza de los heridos graves para que reciban tratamiento médico.

Las promesas a los palestinos no se han hecho realidad

Mladenov recordó las duras condiciones de vida de los palestinos y las protestas de decenas de miles de ellos durante las últimas seis semanas.

“Estas personas quieren que sus voces sean escuchadas; quieren un futuro más allá de la mera supervivencia. Sus líderes les han fallado. Las promesas que les han hecho no se han cumplido. Y ahora la gente está enfadada. Pero su ira, si no se encauza de manera constructiva, llevará a más destrucción y sufrimiento”.

El diplomático enfatizó que es necesario finalizar este ciclo de violencia en Gaza, “porque de lo contrario estallará y arrastrará a todos los habitantes de la región a otro enfrentamiento mortal”.

Situación humanitaria

La grave situación humanitaria en Gaza se ha visto agravada por el hecho de que la Autoridad Palestina sigue reteniendo el pago de los sueldos de unos 20.000 empleados de la administración pública en Gaza.

Además, señaló que manifestantes palestinos destruyeron las instalaciones situadas en el lado de Gaza del cruce de Kerem Shalom, el principal punto de entrada de bienes y materiales.

Una evaluación inicial de los daños por parte de la ONU estima que dificultarán durante semanas la entrega de combustible y bienes.

“Hamas, que controla Gaza, no impidió esta destrucción, que no hizo sino aumentar el sufrimiento de la población de Gaza”, destacó.

Israel: La población palestina es rehén de Hamas

Por su parte, el representante permanente de Israel, Danny Danon, manifestó que los eventos sucedidos en la valla de separación  no eran protestas sino violentos disturbios con los que se buscaba derribar la valla con el objetivo de adentrarse en territorio israelí para matar a su población.

“Hamas ha tomado como rehén a la población palestina”, destacó ante la destrucción el pasado viernes de gran parte de las instalaciones en el cruce de Kerem Shalom, cuyos daños costará millones de dólares en reparaciones.

Dannon también acusó a ese grupo de querer secuestrar y matar a israelíes a través de la construcción de túneles que empiezan en Gaza y finalizan en ciudades israelís circundantes.

Además, reiteró que usa a la población de Gaza como escudos humanos.

“Cada vez que los palestinos tienen la oportunidad de cambiar el curso de la historia, de asociarse con nosotros, en el camino de la paz, siempre eligen la violencia”, dijo el embajador israelí.

Palestina: La principal fuente de violencia en la región es la ocupación

“Hoy nos reunimos en un momento triste y doloroso para el pueblo palestino” destacó el embajador de Palestina ante la ONU.

Riyad Mansour condenó en los términos más enérgicos la “masacre cometida por Israel en la franja de Gaza”, exigió que se finalice la agresión militar contra su pueblo y solicitó la apertura de una investigación internacional, transparente e independiente.

Manifestó que la ocupación es la principal fuente de violencia en la región y que cualquier intento de falsear esta situación, por parte de algunos, no coincide con la realidad.

Mansour se preguntó si pese a las múltiples alertas que han formulado al Consejo de Seguridad sobre la situación en Palestina es posible que no se hayan escuchado sus llamados.

Añadió si era posible que un solo miembro del Consejo, sin mecionar cual, pueda impedir al resto cumplir con sus obligaciones más fundamentales al bloquear tres intentos de comunicados de prensa en los que se solicita la investigación imparcial para determinar los hechos sobre el terreno.

El traslado de la embajada de EE.UU a Jersualén responde a una “realidad histórica”

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo que la violencia está generalizada no sólo en Gaza sino en todo Oriente Medio, y en defensa de Israel dijo que "el doble rasero es demasiado común en esta sala, y hoy tiene trabajo extra".

Haley señaló que el Consejo debería examinar el papel de Irán en los recientes ataques contra posiciones israelíes en los Altos del Golán y en los lanzamientos de misiles desde Yemen hacia Arabia Saudí de las que denominó fuerzas asociadas iraníes. Los terroristas de Hamás, con el apoyo de Irán, han provocado ataques contra las fuerzas de seguridad y la infraestructura israelíes, añadió.

La representante estadounidense explicó que el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén reflejaba "una realidad" de la que ha sido la capital de Israel desde la fundación del Estado y es la antigua capital del pueblo judío.

"No hay un acuerdo de paz creíble bajo el cual Jerusalén ya no sea la capital de Israel. Reconocer esta realidad es un avance para que la paz sea más factible, no menos", dijo, y añadió que su país está dispuesta a apoyar las negociaciones y un acuerdo de paz, "una paz en la que las personas sean libres de rezar a cualquier religión en Jerusalén".

Sin embargo, los miembros europeos del Consejo pidieron unánimemente un acuerdo negociado entre israelíes y palestinos sobre el régimen jurídico de Jerusalén.

La posición del Reino Unido "es clara y de larga duración", dijo su embajadora ante la ONU, Karen Pierce. "Jerusalén debería ser, en última instancia, la capital compartida de los estados de Israel y Palestina."

También subrayó la necesidad de llevar a cabo una investigación independiente y transparente para "establecer los hechos" relacionados con las víctimas del lunes y pedir cuentas a los responsables, incluida la comprobación de si el uso de la fuerza por parte de Israel se ajustaba al derecho internacional.