"La tortura es un problema grave en México"

El representante en México del Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Jan Jarab, durante una visita en septiembre de 2016 a Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.
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El representante en México del Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Jan Jarab, durante una visita en septiembre de 2016 a Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

"La tortura es un problema grave en México"

Derechos humanos

El representante de la ONU en México para los derechos humanos, Jan Jarab, explica que, para poder solucionar el problema de la tortura, lo primero que tienen que hacer las autoridades es reconocer y aceptar su existencia.

En una entrevista con Noticias ONU, Jan Jarab señala que las críticas del Gobierno de México al informe sobre el caso Ayotzinapa, elaborado por su oficina, no responden verdaderamente a los hallazgos de la investigación.

 Además, Jarab comenta que México está empleando de forma incorrecta el Manual de Investigación y Documentación Efectiva sobre Tortura, Castigos y Tratamientos Crueles, Inhumanos o Degradantes, más conocido como el Protocolo de Estambul.

“Claramente, no nos convencen estos argumentos ni tampoco nos convencen las críticas de que no hemos aceptado la versión de los hechos del Gobierno. Yo añadiría que la tortura es un problema grave en México. … Hay otros países que han superado el problema de la tortura, pero se necesita empezar con la aceptación de las autoridades de que este problema existe”, dice en la entrevista.

También descarta que su Oficina haya violado el acuerdo de actividades alcanzado con el Gobierno, entre otras razones porque el acuerdo está en suspenso ya que no se renovó. 

Los hechos se remontan a la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, cuando un nutrido grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa viajaba en cinco autobuses que habían tomado para asistir a una manifestación en la Ciudad de México y la policía municipal los atacó en la ciudad de Iguala, estado de Guerrero.

Un total de 43 estudiantes fueron víctimas de desaparición forzada, seis personas fueron asesinadas y al menos otras 40 resultaron heridas.

Según los resultados de la investigación de la Oficina de Derechos Humanos hay “fuertes elementos de convicción” para pensar que al menos treinta y cuatro de las personas arrestadas durante la primera fase de la investigación fueron torturadas y muchas de ellas detenidas arbitrariamente.