Proteger a los refugiados rohinyás de los monzones, una carrera contrarreloj

Una refugiada en Bazar Cox, Bangladesh recibe asistencia humanitaria de Naciones Unidas y sus socios en el terreno. Foto: PMA/ Saikat Mojumder.
Una refugiada en Bazar Cox, Bangladesh recibe asistencia humanitaria de Naciones Unidas y sus socios en el terreno. Foto: PMA/ Saikat Mojumder.

Proteger a los refugiados rohinyás de los monzones, una carrera contrarreloj

Ayuda humanitaria

Preparar tierras para evitar inundaciones y deslaves, reparar y asegurar infraestructuras como carreteras y puentes, vacunar contra el cólera y coordinar el realojamiento de miles de personas son algunas de las muchas tareas que las agencias de la ONU están afrontando a marchas forzadas para proteger a los refugiados rohinyás frente a la amenaza que plantean los monzones en Bangladesh.

Este martes concluyó, por ejemplo, la construcción de un lugar seguro en Cox´s Bazar para reubicar a las familias más vulnerables. En las tareas preparatorias han participado unos 3500 trabajadores, entre ellos los mismos refugiados y residentes locales, y se han utilizado docenas de excavadoras y otras maquinarias pesadas para asegurar la tierra.

El trabajo es parte de una iniciativa en la que participan la Organización Mundial para las Migraciones, la Agencia de la ONU para los Refugiados y el Programa Mundial de Alimentos.

El nuevo solar está listo para dar refugio y otros servicios básicos, como agua, higiene y educación, a unas quinientas familias que en este momento viven en las lomas de las terrosas colinas de algunas de las zonas con más riesgo de deslizamiento.

“Ver este primer solar preparado para el próximo paso de la relocalización muestra los logros prácticos y vitales que pueden crearse a través de esta colaboración entre distintas agencias para mantener seguros a los refugiados”, aseguró Manuel Marqués Pereira, coordinar de emergencias de la Organización Mundial para las Migraciones.

Y añadió que, con la temporada de monzones a punto de comenzar, las agencias de la ONU continuarán trabajando sin parar para preparar más tierras, coordinar los servicios básicos y asegurar su acceso ante cualquier emergencia.

Desde la violencia desatada en agosto de 2017, alrededor de 700.000 rohinyás han huido de Myanmar, elevando el número de refugiados en Cox´s Bazar a unos 900.000. Ahora, se encuentran amenazados a causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra que pueden provocar los monzones.

Se calcula que unos 200.000 refugiados estarán en riesgo cuando la temporada de ciclones y lluvias torrenciales empiece la próxima semana. La prioridad inmediata es realojar a 24.000.

Kevin Allen, jefe de operaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados, aseguró que “tener todo listo para trasladar a los refugiados de una forma segura va a ser una carrera contra el tiempo”.

Por su parte, Peter Guest, coordinador de emergencias del Programa Mundial de Alimentos, señaló que sus ingenieros “están construyendo puentes, carreteras, preparando tierras, fortificando diques y limpiando canales".

La falta de fondos, otra amenaza

Sin embargo, todo ese trabajo se ve amenazado no sólo por los monzones, sino también por la falta de fondos. El Llamamiento de Respuesta para Cox´s Bazar ha cubierto sólo el 16 % del total de 950 millones de dólares que se necesitan para la ayuda humanitaria en la zona este año.

Todos los responsables de las agencias humanitarias de la ONU han destacado la necesidad de recibir esos fondos.

La lucha contra el cólera

También con motivo de los monzones, la Organización Mundial de la Salud empezó ayer una campaña para vacunar a cerca del millón de rohinyás que se encuentran en Cox´s Bazar para evitar un potencial brote de cólera.