El Tribunal Penal para Rwanda es un testimonio contra la impunidad

Tribunal para Rwanda
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El Tribunal Penal para Rwanda es un testimonio contra la impunidad

El Secretario del Tribunal Penal Internacional para Rwanda, Bongani Majola, subrayó hoy en Nueva York que la existencia de esa instancia judicial, así como la que se creó para la ex Yugoslavia, demuestran que es posible hacer justicia en el plano internacional y que la impunidad no será tolerada.

Majola, quien accedió a ese cargo en enero de 2013 por designación del Secretario General de la ONU, explicó este jueves a la prensa detalles de las actividades que ha realizado el Tribunal desde su creación hace dos décadas y también de los retos y logros conseguidos durante su mandato.

Explicó que este Tribunal prácticamente ha concluido su trabajo y que sólo quedan pendientes cinco apelaciones relativas a once acusados, la mayoría de las cuales podrían quedar decididas durante este año.

Precisó que durante sus veinte años de existencia se formalizaron acusaciones contra 93 personas y 76 de ellas han sido juzgadas. Otra decena de casos se transfirieron a la jurisdicción nacional y no se logró arrestar a tres acusados.

Del total de personas juzgadas, 62 fueron halladas culpables y condenadas y el resto resultaron absueltas. Entre los condenados hay ex funcionarios gubernamentales y miembros de la sociedad civil que tuvieron un papel destacado en el genocidio ocurrido en Rwanda en 1994.

“Cuando ocurrió el genocidio desapareció el sistema judicial y la fuerza policial. Si no se hubiera establecido este tribunal mucha de esta gente nunca habrían comparecido ante la justicia, porque no existía la capacidad judicial ni había posibilidad de buscarlos por el mundo y traerlos de regreso para que fueran juzgados y castigados”, manifestó Majola.

El Secretario del Tribunal Penal para Rwanda resaltó que el hecho de haber podido cumplir con el mandato del Consejo de Seguridad ya supone un logró importante.

Agregó que la actividad realizada también ha contribuido a reforzar la idea de que la comunidad internacional no tolerara la impunidad. Además, se han hecho aportaciones al Derecho Internacional humanitario, por ejemplo, en cuanto a considerar la violencia sexual como un delito también de genocidio.