En declaraciones previas al momento en que el documento se sometiera a la aprobación de los Estados miembros de la Asamblea General este jueves, Churkin sostuvo que la resolución pretendía poner en duda la importancia del referéndum realizado el pasado 16 de marzo en Crimea, en el que la mayoría de la población votó para unirse a Rusia.

“La justicia histórica ha sido vindicada. Crimea durante varios siglos fue parte de nuestro país, compartimos una historia y una cultura común, y sobre todo, un pueblo. Solo una decisión arbitraria de los líderes de la Unión Soviética en 1954, cuando transfirieron la soberanía de Crimea a Ucrania trastornó esta relación“, manifestó el diplomático en su discurso.

En declaraciones posteriores a la prensa, tras aprobarse la resolución, Churkin reiteró que el pueblo de Crimea expresó sin ningún tipo de presión su deseo de unirse a Rusia.

“Fue un resultado predecible que no sorprendió a nadie” y bajo esas circunstancias especiales--apuntó-- Rusia no tuvo otra alternativa que aceptar ese deseo.

Churkin añadió que los dos países se mantienen en comunicación y que discuten temas económicos de interés mutuo, aunque apuntó que los problemas ucranianos no se resolverán entre Ucrania y Rusia, sino que deberán ser resueltos dentro del propio país.

“Después del golpe de Estado armado que tuvo lugar en Ucrania en febrero, lo que estamos viendo es que aumenta el caos en Ucrania, al igual que la carencia de autoridad política, y esto es preocupante.”, dijo.

Finalmente recomendó a las autoridades ucranianas que cumplan con el acuerdo del 21 de febrero y realicen un proceso constitucional claro en el que participen todas las fuerzas políticas civilizadas y todas las regiones,

“Solo así, después de que exista una nueva Constitución que sea de la satisfacción de todo el país, Ucrania marchará hacia la paz”, concluyó el diplomático ruso.