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Migrantes hacen fila en un centro de recepción temporal después de cruzar la selva del Darién.
© OIM/Gema Cortés

Etzaida Ríos: ayudar a los migrantes en el Darién, incluso cuando el dolor parece volverse insoportable

Etzaida, una trabajadora humanitaria, se asegura de que los migrantes venezolanos reciban asistencia, información, cuidados psicológicos e incluso consuelo tras haber hecho el peligroso viaje por la selva, que los deja exhaustos, mal alimentados, deshidratados o heridos. Más de 350.000 personas han atravesado el Darién en lo que va de año. 

Imagen aérea de migrantes que llegan en barco a Lajas Blancas, en el río Chucunaque, provincia de Darién.
OIM / Gema Cortés

El Darién, donde el pavor y la fe chocan en la encrucijada por un futuro mejor

Una cifra récord de migrantes y refugiados cruzan la peligrosa selva con la ilusión de llegar al norte, donde poder trabajar y enviar dinero a sus familias. Muchos se quedan por el camino. Son asesinados o fallecen a las inclemencias. En colaboración con el Gobierno de Panamá, la agencia de la ONU para las migraciones intenta ayudarles ofreciéndoles un refugio y otros artículos de primera necesidad.

Una enfermera de la Organización Internacional para las Migraciones durante una consulta médica en zonas remotas de Brasil.
OIM/Gema Cortés

Cuidados de salud a indígenas migrantes de Venezuela y comunidades de acogida en Brasil

En las zonas remotas de Brasil las comunidades indígenas tienen que viajar horas para conseguir atención médica. La agencia de la ONU que trabaja con los migrantes ayuda a superar esta situación mediante el despliegue de unidades móviles sanitarias que llevan atención médica a miles de migrantes y residentes de las comunidades de acogida.