La pandemia por COVID-19 ha causado un impacto desorbitado en los refugiados y desplazados que viven en situación de vulnerabilidad en la región. La ayuda de la Agencia Española servirá para consolidar los sistemas de asilo nacionales. Además, busca impulsar oportunidades relacionadas con la inclusión económica para estas personas en el contexto de la COVID-19.

La Agencia de la ONU para los Refugiados y el Gobierno costarricense unieron esfuerzos para ofrecer protección médica gratuita a quienes huyeron de su país y enfrentan una situación vulnerable en medio de la pandemia de COVID-19. La mayoría de las personas que llegan al país provienen de Nicaragua, Venezuela, Cuba y el Norte de Centroamérica.

Los niños en movimiento enfrentan una variedad de riesgos en los países de origen, tránsito y destino. Están expuestos a múltiples vulnerabilidades, incluida la detención, el secuestro, la separación de sus padres y cuidadores, la violencia, la explotación y el abuso; con mayores riesgos para las niñas.

Los expertos independientes que supervisan la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos consideran que la nación europea no adoptó las medidas adecuadas para salvar a estas personas y, por tanto, violó su derecho a la vida. El Comité pide que se abra una investigación y que se juzgue a los responsables. La agencia de la ONU para los refugiados ha lanzado un llamamiento por cien millones de dólares para evitar estas tragedias.