Las prestaciones sociales para la infancia son fundamentales para reducir la pobreza, pero solo uno de cada diez países las tienen
A medida que se profundizan las consecuencias económicas de la pandemia del COVID-19, la inversión en sistemas de protección social es clave para proteger a las familias de los niveles catastróficos de privación y dificultades financieras. Con un costo tan solo del 1% del producto interior bruto pueden conducir a una disminución del 20% de la pobreza en toda la población.