El estancamiento obedece no solamente a la desaceleración del volumen de comercio de forma pronunciada, sino también a la baja los precios de las materias primas que exportan muchos de los países de la región.
En su último informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe proyecta un aumento del PIB del 1,5%, siete décimas menos que en la edición anterior.