Las Naciones Unidas no serían lo que son sin el esfuerzo de las mujeres. Desde la elaboración de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1945, cuando Eleanor Roosevelt y otras colegas, entre ellas varias latinoamericanas, se reunían hasta tarde noche para prevenir el lenguaje sexista, hasta la primera vicesecretaria general, presidenta de la Asamblea General o Alta Comisionada, las mujeres han jugado un papel fundamental en el trabajo de la ONU, que ahora se ha reunido en un libro.