Cinco años de sequía extrema, sumados al conflicto fronterizo con Etiopía, han agotado los recursos de las familias campesinas más vulnerables en Eritrea, creando una situación de pobreza generalizada, hambruna prolongada e inseguridad alimentaria, advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).