Por tercer año consecutivo, más de cien millones de personas sufrían la forma más grave de hambre, según datos relativos a 2018. Además, otros 143 millones de personas en el mundo estaban a un paso de ese destino. El clima y los desastres naturales condujeron a 29 millones de personas a esta situación. En América Latina, 4,2 millones de personas no tienen qué comer. El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, los países que forman el llamado corredor seco, albergan 1,6 millones.