Hasta el momento, más de cien países han tomado la decisión de cerrar temporalmente sus escuelas para evitar la propagación coronavirus, afectando a 850 millones de alumnos. Hace unas semanas, China era el único país que había ordenado cierres. La escala global y la velocidad de la interrupción educativa actual no tienen precedentes. Estas medidas también puede afectar la disminución de la productividad económica de los padres. (Información actualizada a 19 de marzo).