El desplazamiento, el daño a la infraestructura y la interrupción de servicios a causa de las tormentas, particularmente en las zonas costeras, podrían hacer que los niños y las familias fueran más vulnerables al coronavirus y a sus impactos, advirtió la agencia de la ONU para la infancia. La pandemia también afecta la preparación para la respuesta de los países de la región a esos desastres.