Prohibir a las mujeres afganas trabajar con la ONU viola los derechos humanos

Una niña recibe la vacuna contra la polio en Kandahar, Afganistán.
© UNICEF/Frank Dejongh
Una niña recibe la vacuna contra la polio en Kandahar, Afganistán.

Prohibir a las mujeres afganas trabajar con la ONU viola los derechos humanos

Derechos humanos

António Guterres condena enérgicamente la decisión de los talibanes, que es una grave discriminación, y destaca que el personal femenino es fundamental para las operaciones de las Naciones Unidas en el país, incluida la prestación de ayuda humanitaria.

El Secretario General de la ONU condena enérgicamente la decisión de los talibanes de prohibir a las mujeres afganas trabajar con las Naciones Unidas en Afganistán. 

“Se trata de una violación de los derechos humanos fundamentales inalienables de las mujeres”, dijo el portavoz de António Guterres, Stéphane Dujarric.

El vocero indicó que también viola las obligaciones de Afganistán en virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos, e infringe el principio de no discriminación, que es un principio básico que sustenta la Carta de las Naciones Unidas. 

“El personal femenino es esencial para las operaciones de las Naciones Unidas, incluida la prestación de asistencia vital. La aplicación de esta decisión perjudicará al pueblo afgano, millones de personas que necesitan esta asistencia”, explicó Dujarric. 

Revocar la decisión inmediatamente

En ese contexto, Guterres “hace un llamamiento a los talibanes para que revoquen inmediatamente la decisión y anulen todas las medidas que restringen los derechos de las mujeres y las niñas al trabajo, la educación y la libertad de movimiento”.

Las autoridades talibanas de Afganistán emitieron el martes una orden por la que se prohíbe seguir trabajando a las mujeres nacionales que formen parte del personal de la ONU.

Tras la caída de Afganistán en manos de los talibanes en agosto de 2021, la ONU mantuvo su compromiso de permanecer y cumplir su mandato para entregar ayuda humanitaria, al tiempo que pedía un apoyo unido de la comunidad internacional para la población del país.

A pesar de los contactos iniciales relativamente constructivos con las autoridades talibanes, las decisiones tomadas el año pasado por los líderes fundamentalistas han incluido la prohibición de que las mujeres accedan a la educación superior, trabajen para las ONG y accedan a muchos espacios públicos.

Un miembro del personal de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU habla con mujeres desplazadas en la provincia oriental de Nangahar, en Afganistán.
© UNOCHA/Charlotte Cans
Un miembro del personal de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU habla con mujeres desplazadas en la provincia oriental de Nangahar, en Afganistán.

Prohibición inaceptable

En respuesta a las preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa el mismo martes, Dujarric dijo que una comunicación oficial procedente de los dirigentes talibanes había indicado que la orden se aplicaría a todo el país.

"Esperamos escuchar voces firmes del Consejo de Seguridad", dijo, señalando que la Misión de la ONU en Afganistán opera bajo el mandato de este órgano de las Naciones Unidas.

Para el Secretario General, cualquier prohibición de este tipo es inaceptable y "francamente inconcebible", dijo Dujarric.

Explorar todas las vías

De una población de unos 40 millones de personas en Afganistán, la ONU está tratando de llevar ayuda humanitaria a 23 millones de hombres, mujeres y niños.

"Seguiremos buscando todas las vías para garantizar que podemos llegar a las personas más vulnerables, especialmente mujeres y niñas", indicó el portavoz.

Personal femenino esencial

La decisión centrada en el personal de la ONU es sólo la última de una preocupante tendencia de edictos que socavan la capacidad de las organizaciones de ayuda para llegar a los más necesitados, añadió.

"Huelga decir, pero desgraciadamente es necesario decirlo, que el personal femenino es esencial para que las Naciones Unidas presten asistencia vital", afirmó.

"Tales órdenes, como hemos visto hoy, violan los derechos fundamentales de las mujeres e infringen el principio de no discriminación", aseguró.

El lugar "más represivo" para ser mujer

En marzo, Roza Isakovna Otunbayeva, representante especial de la ONU y jefa de la Misión de Asistencia de la ONU, declaró ante el Consejo de Seguridad que Afganistán bajo el régimen talibán sigue siendo el "país más represivo del mundo [para] los derechos de la mujer".

"En un momento en que [el país] necesita todo su capital humano para recuperarse de décadas de guerra, la mitad de sus potenciales médicos, científicos, periodistas y políticos están encerrados en sus casas, sus sueños aplastados y sus talentos confiscados", declaró en una sesión informativa ante el Consejo.