La falta de empleo, principal motor para unirse a los grupos extremistas en el África subsahariana

Un soldado nigerino vigila un lugar estratégico en Ouallam, Níger.
ONU Noticias/Daniel Dickinson
Un soldado nigerino vigila un lugar estratégico en Ouallam, Níger.

La falta de empleo, principal motor para unirse a los grupos extremistas en el África subsahariana

Paz y seguridad

La segunda razón para unirse a grupos violentos son las familias y los amigos, por ejemplo, cuando las mujeres se unen a sus cónyuges. Entrar en un grupo violento por motivos religiosos es la tercera razón, según un informe del programa de la ONU dedicado al desarrollo.

La falta de oportunidades laborales es el principal factor que impulsa a la gente a unirse a grupos extremistas violentos de rápido crecimiento en el África subsahariana, según un informe publicado el martes por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El informe Interrumpir el viaje hacia el extremismo subraya la importancia de los factores económicos como impulsores del reclutamiento, entre ellos el de la desesperación.

La falta de ingresos, de oportunidades laborales y de medios de subsistencia lleva a una desesperación que "empuja esencialmente a la gente a aprovechar las oportunidades, con quienquiera que se las ofrezca", afirmó Achim Steiner, administrador del PNUD, en su intervención en la presentación del informe.

Añadió que alrededor del 25% de todos los reclutados citaron la falta de oportunidades laborales como principal razón, mientras que alrededor del 40% afirmaron que "necesitaban urgentemente medios de subsistencia en el momento del reclutamiento".

El África subsahariana se ha convertido en el nuevo epicentro mundial del extremismo violento, con casi la mitad de las muertes por terrorismo registradas allí en 2021.

El informe se basa en entrevistas con casi 2200 personas en ocho países: Burkina Faso, Camerún, Chad, Mali, Níger, Nigeria, Somalia y Sudán.

En sus propias palabras

Más de 1000 de esos entrevistados son antiguos miembros de grupos extremistas violentos, tanto reclutas voluntarios como forzosos.

Una cuarta parte de los que se integraron en esos grupos voluntariamente dijeron que el factor principal era el desempleo, lo que representa un aumento del 92% desde el último estudio del PNUD sobre el extremismo violento en 2017.

Alrededor del 48% de los reclutas voluntarios dijeron a los investigadores que había habido "un evento desencadenante" que los llevó a firmar.

Mujeres y niños desplazados en el norte de Nigeria por la violencia de Boko Haram. Foto de archivo: OCHA/Franck Kuwonu
OCHA/Franck Kuwonu
Mujeres y niños desplazados en el norte de Nigeria por la violencia de Boko Haram. Foto de archivo: OCHA/Franck Kuwonu

Los abusos también impulsan el reclutamiento

De esa cifra, alrededor del "71% citó abusos contra los derechos humanos que habían sufrido, como las acciones del gobierno", dijo Nirina Kiplagat, autora principal del informe y asesora regional de Consolidación de la Paz del PNUD.

Abusos fundamentales de los derechos humanos, como ver a un padre detenido o a un hermano llevado por las fuerzas militares nacionales, fueron algunos de los desencadenantes citados.

Según el informe, la presión de los compañeros, familiares o amigos, se cita como el segundo factor más común para el reclutamiento, incluidas las mujeres que siguen a sus cónyuges a un grupo extremista.

La ideología religiosa es la tercera razón más común para unirse, citada por alrededor del 17% de los entrevistados. Esto supone un descenso del 57 % con respecto a los resultados de 2017.

Soluciones basadas en el desarrollo

El nuevo informe forma parte de una serie de tres que analizan la prevención del extremismo violento. Según el PNUD, pone de relieve la urgente necesidad de dejar a un lado las respuestas basadas en la seguridad y buscar otras enfocadas en el desarrollo y la prevención.

Estas respuestas exigen una mayor inversión en servicios básicos, incluidos el bienestar infantil y la educación, y demandan que se invierta en servicios de rehabilitación y reintegración basados en la comunidad.

Steiner afirmó que se está creando una "mezcla tóxica" de pobreza, indigencia y falta de oportunidades como revela el hecho de que haya tantas personas que citen la "necesidad urgente de encontrar medios de subsistencia". Y explicó que es como si una sociedad "que ya no tiene Estado de Derecho, recurrre a algunos de estos grupos extremistas violentos para que le proporcionen seguridad".

Las respuestas antiterroristas basadas en la seguridad suelen ser costosas y mínimamente eficaces, afirmó el administrador del PNUD, y las inversiones en enfoques preventivos del extremismo violento son inadecuadas.

Grupos terroristas como ISIS, Boko Haram o Al-Qaeda surgen debido a las condiciones locales, pero luego empiezan a acumular armas y a asegurarse financiación, lo que en el caso del Sahel permite a otras células dotarse de recursos de forma independiente.

Sin sorpresas

"La dimensión geopolítica no debería sorprender a nadie", dijo Steiner, cuando los Estados ya no son capaces de proporcionar el Estado de derecho o una seguridad nacional significativa, "entonces la oportunidad para que otros actores se conviertan en parte de este drama crece exponencialmente, lo hemos visto en Mali, lo hemos visto en Libia, lo hemos visto en el Cuerno de África".

Basándose en las entrevistas, el informe también identificó los factores que impulsan a los reclutas a abandonar los grupos armados, como las expectativas económicas no satisfechas o la falta de confianza en los líderes del grupo.