La nueva ley de Honduras sobre desplazamiento atiende una amplia gama de necesidades, destaca ACNUR

Un niño camina por su barrio Rosalinda, un área de la capital hondureña, Tegucigalpa, conocida por su alto índice de criminalidad.
© ACNUR/Daniel Dreifuss
Un niño camina por su barrio Rosalinda, un área de la capital hondureña, Tegucigalpa, conocida por su alto índice de criminalidad.

La nueva ley de Honduras sobre desplazamiento atiende una amplia gama de necesidades, destaca ACNUR

Migrantes y refugiados

La violencia ha desarraigado a casi 250.000 personas en ese país. Una nueva legislación contempla su protección frente a lastres como el reclutamiento forzado y la explotación infantil, además de su reintegración a la educación y los programas de salud. El máximo funcionario para los refugiados aplaude la normativa como un paso para devolverle la dignidad y los derechos a los desplazados.

El Congreso Nacional de Honduras aprobó esta semana la “Ley de prevención, atención y protección de las personas desplazadas internamente”, que establece la base para atender las consecuencias que sufren las personas que se han visto obligadas a abandonar sus comunidades y para prevenir nuevos desarraigos.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) acogió con beneplácito la aprobación y afirmó que “marca un hito al establecer un marco legal esencial para responder a la compleja situación de miles de personas desplazadas por la fuerza” en Honduras, donde la violencia ha provocado el desplazamiento de más de 247.000 personas, de las cuales el 55% son mujeres y el 43% niños y adolescentes.

La legislación crea un marco institucional y establece mecanismos de prevención y protección a la población desplazada de amenazas como el reclutamiento forzado por parte de grupos criminales y la explotación infantil.

Devolverles su dignidad, esperanzas y derechos

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados visitó el país centroamericano la semana pasada y se reunió con el presidente del Congreso Nacional para hablar sobre la situación humanitaria de los desplazados, discutir sus necesidades y subrayar la importancia de que fuera aprobado el entonces proyecto de ley.

Durante esa misión oficial, Filippo Grandi también escuchó las experiencias trágicas de los desplazados que han perdido todo y ahora precisan de asistencia y protección.

“Esta ley sobre desplazamiento interno es un paso muy necesario para devolverles su dignidad, esperanzas y derechos. Ahora que se ha aprobado, animo a las autoridades a implementarla con prontitud”, dijo Grandi.

Enfoque integral

En un comunicado, ACNUR recalcó el alcance de la nueva normativa, que busca abordar las necesidades de los desplazados y el fenómeno de los desarraigos masivos de una manera integral.

Uno de los aspectos que contempla la legislación, por ejemplo, es la educación. Los datos indican que el 46% de los estudiantes desplazados debieron suspender sus estudios o no pudieron volver a la escuela debido a la violencia de las pandillas que operan en el país. Para atender este problema, la ley prevé la creación de protocolos de reintegración.

Por otra parte, el 85% de las personas desplazadas que tienen afectaciones de salud precisan acceso a servicios de salud mental, por lo que la normativa los incluye en los programas dedicados a ese efecto.

Otro grave problema común a la mayoría de la población desplazada es el despojo o pérdida de sus viviendas. De acuerdo con cifras oficiales, el 68% de los propietarios sufrieron la apropiación, destrucción, abandono o venta de sus propiedades, y sólo el 32% logró conservarlas tras el desplazamiento. La ley establece un mecanismo de protección para las viviendas, tierras y propiedades abandonadas.

ACNUR afirmó que la nueva ley es una muestra de los avances de Centroamérica y México en materia de soluciones para los personas desplazadas forzadamente. Asimismo, refrendó su presteza para apoyar al gobierno hondureño en la respuesta y prevención del desplazamiento.