Guterres: “Invertir en las niñas es invertir en nuestro futuro común”

Dar a las niñas la oportunidad de liderar poniéndolas al frente de los cambios es una de las formas de invertir en un futuro que cree en la capacidad de acción de las niñas.
UNFPA Burkina Faso/Théo
Dar a las niñas la oportunidad de liderar poniéndolas al frente de los cambios es una de las formas de invertir en un futuro que cree en la capacidad de acción de las niñas.

Guterres: “Invertir en las niñas es invertir en nuestro futuro común”

Mujer

Con motivo del décimo aniversario del Día Internacional de la Niña, el titular de la ONU pide el máximo apoyo de las naciones para que las menores logren su máximo potencial. ONU Mujeres recuerda que, pese a los avances, las mujeres y las niñas no alcanzarán la plena igualdad con los hombres y los niños hasta dentro de 300 años.

“Invertir en las niñas es invertir en nuestro futuro común”, afirmó categóricamente este martes el Secretario General de las Naciones Unidas que instó a todas las naciones a redoblar sus esfuerzos para que todas ellas “tengan acceso a la salud y a la educación y no corran peligro”.

En su mensaje por el décimo aniversario del Día Internacional de la Niña, António Guterres indicó que, de recibir el apoyo necesario para lograr sus derechos humanos, las niñas pueden llegar “a alcanzar su potencial y crear un mundo mejor para ellas mismas, sus comunidades y sus sociedades”.

El titular de la ONU también destacó que “cuando reciben educación, tienen más probabilidades de llevar una vida sana, productiva y satisfactoria”, y añadió que el factor sanitario adecuado les ayuda a crecer “con mayor confianza en sí mismas y autonomía corporal”.

“Cuando las niñas son conscientes de sus derechos, incluido el derecho a vivir sin ser amenazadas de violencia, las probabilidades de que se mantengan a salvo y denuncien los abusos son mayores”, determinó.

Preocupación por la educación de las niñas afganas

Entre los enormes retos a los que se enfrentan a diario, Guterres destacó los desafíos que la pandemia de COVID-19 pudo tener en la educación de las niñas, que los conflictos les hayan obligado a abandonar sus hogares o que no tengan la posibilidad de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.

“Me preocupa enormemente que se siga impidiendo la escolarización de las niñas en el Afganistán. Esto perjudica profundamente a las propias niñas y a un país que necesita de manera desesperada su energía y sus contribuciones”, especificó, e instó de nuevo a los talibanes a permitirles que estudien.

Por ello, el Secretario General destacó que “ahora más que nunca, debemos renovar nuestro compromiso de trabajar juntos para que las niñas disfruten de sus derechos y los ejerzan y para que puedan desempeñar un papel pleno e igualitario en sus comunidades y sociedades.

Sobrevivientes de un devastador terremoto en Afganistán asisten a clase en un centro educativo comunitario apoyado por UNICEF en el distrito de Gayan, provincia de Paktika.
UNICEF/Mark Naftalin

De no actuar, la igualdad de género tardará 300 años

Por su parte, la directora ejecutiva de ONU Mujeres indicó que el tema de la conmemoración para este año, "Nuestro tiempo es ahora: nuestros derechos, nuestro futuro", expresa la determinación de impulsar un cambio inmediato como líderes feministas transformadoras.

Sima Bahous destacó que durante esta última década se observó un aumento de los intereses y de la influencia de las niñas en las agendas mundiales y sus contribuciones para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible en múltiples ámbitos como el clima, la educación, el bienestar mental, la violencia de género o la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

“Su activismo en los movimientos feministas y la movilización por la igualdad de género, incluida la Generación Igualdad, constituyen una pieza clave para moldear acciones positivas y fundamentadas en sus comunidades locales y a nivel mundial”, destacó.

Pese a todos estos avances, señaló que, de acuerdo con los cálculos de ONU Mujeres, y de seguir con el actual nivel de progreso, las mujeres y las niñas no alcanzarán la plena igualdad con los hombres y los niños hasta dentro de 300 años.

La educación como herramienta de cambio

Para intentar romper esta tendencia, apuntó a la educación como la herramienta que verdaderamente prepara a los estudiantes para el futuro.          

“Sin embargo, la pobreza, las normas y prácticas culturales, las malas infraestructuras, la violencia y la fragilidad siguen levantando barreras. La inversión en la aplicación de los derechos de las niñas sigue siendo insuficiente, lo que contribuye a enfoques a corto plazo y aislados que, en última instancia, perjudican a las adolescentes”, advirtió.

Entre las medidas concretas para superar estos desafíos, Bahous destacó la necesidad de que las partes interesadas consigan “datos desglosados por edad y género que sirvan para informar las políticas que repercuten directamente en la vida de las niñas”, y los recursos que garanticen que las niñas adolescentes estén “seguras, sanas, educadas y sean fuertes en todo el mundo”.

“Imagino un mundo en el que se reconozca la capacidad de acción y el liderazgo de las adolescentes, que vivan en pleno disfrute de sus derechos, libres de violencia y discriminación, como líderes y miembros de las sociedades y comunidades en igualdad de condiciones”, visualizó.