Experta denuncia la impunidad imperante entre los agresores de mujeres y niñas indígenas

Mujeres indígenas en una calle de La Paz, Bolivia
OIT/R. Lord
Mujeres indígenas en una calle de La Paz, Bolivia

Experta denuncia la impunidad imperante entre los agresores de mujeres y niñas indígenas

Derechos humanos

La violencia contra las mujeres y niñas indígenas en el mundo es grave y sistemática, y tiene sus raíces en el poder patriarcal, el racismo, la exclusión y la marginación legados por el colonialismo. Esta violencia ocurre “con pleno conocimiento y, muchas veces, con el acuerdo tácito y el apoyo de los Estados”.

Las mujeres y niñas indígenas de todo el mundo sufren actos de violencia graves, sistemáticos y continuos que abarcan todos los aspectos de sus vidas, mientras que los perpetradores disfrutan de niveles alarmantes de impunidad, alertó este miércoles la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias *.

En su informe sobre el tema al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Reem Alsalem atribuyó esta aberración a las estructuras heredadas del colonialismo.

“Esta violencia tiene sus raíces en estructuras históricas y desiguales de poder patriarcal, racismo, exclusión y marginación habilitadas por un legado del colonialismo”, dijo la experta.

Alsalem destacó el nivel de impunidad “alarmante” del que gozan los perpetradores, tanto estatales como no estatales, y afirmó que ni los datos ni la legislación o políticas públicas reflejan la escala y gravedad de la violencia contra las mujeres y niñas indígenas.

La relatora recordó que las leyes internacionales consagran el derecho de las mujeres y niñas indígenas a no sufrir violencia y lamentó que los Estados no tomen medidas efectivas de prevención y protección para materializar esa garantía ni para dar a las afectadas acceso a la justicia y los servicios de apoyo.

Una mujer indígena con su hijo en Nariño (Colombia). En América Latina, los pueblos indígenas se encuentran entre la población más pobre.
PAHO/Karen González Abril
Una mujer indígena con su hijo en Nariño (Colombia). En América Latina, los pueblos indígenas se encuentran entre la población más pobre.

Sin acceso a la justicia

Los sistemas de justicia indígenas y no indígenas discriminan a las mujeres y niñas de los pueblos originarios y les presentan grandes barreras para acceder a la justicia.

Asimismo, aseveró que esta violencia ocurre “con pleno conocimiento y muchas veces con el acuerdo tácito y el apoyo de los Estados”.

Ante esta realidad, la experta instó a los Estados a mejorar la interacción de las leyes entre el gobierno y las comunidades indígenas para garantizar la prevención de la violencia de género.

Alsalem advirtió que la laguna legal y las zonas grises en la rendición de cuentas de los actores no estatales contribuyen a promover la violencia contra las mujeres y niñas indígenas.

“La violencia debe abordarse de manera efectiva para terminar con la impunidad que existe por estos crímenes”, apuntó.

Para concluir, la relatora especial recalcó que las mujeres “deben tener derecho a una participación plena, igualitaria y efectiva que vaya más allá de la palabrería y las vea como actores resilientes en lugar de sólo como sobrevivientes de la violencia”.

*Los Relatores Especiales forman parte de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión establecidos por el Consejo para abordar situaciones específicas de países o cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno y organización y actúan a título individual.