Haydee Viola, en el Instituto de Biología celular y neurocientífica IBCN, CONICET- UBA.

Garantizar la valoración del talento de las mujeres requiere compartir las tareas de cuidado

CONICET fotografia/Veronica Tello
Haydee Viola, en el Instituto de Biología celular y neurocientífica IBCN, CONICET- UBA.

Garantizar la valoración del talento de las mujeres requiere compartir las tareas de cuidado

Mujer

Una investigadora argentina ganadora de premios internacionales explica que las mujeres se encuentran en desventaja en el mundo de la ciencia debido a que en ellas recae la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados. Actualmente estudia el efecto de las medidas de control de la pandemia en la salud mental.

Las mujeres que mejoran el mundo a veces permanecen escondidas entre multitudes, realizando grandes aportes de los cuales nadie se entera, pero otras veces logran sobresalir, sus sacrificios se traducen en reconocimientos y sus contribuciones les permiten trascender.

A pesar de que en muchos países las mujeres continúan relegadas tratando de conquistar ámbitos profesionales sin avances concretos, en Argentina la mujer ya no es ajena a ciertos espacios que hasta hace poco solo estaban reservados para el género masculino.

La doctora Haydee Viola confirma esta premisa. La ciencia la buscó a ella en la escuela secundaria cuando su curiosidad la llevó a querer conocer siempre el origen de las cosas y a elegir la Licenciatura en Ciencias Biológicas como su carrera troncal y pasaporte a su destino.

Es científica e investigadora desde hace más de 30 años y asegura que jamás se sintió marginada o subestimada por ser mujer, aunque no duda en remarcar que la labor científica sí suele ser más ardua y desigual para las mujeres en términos de tiempo y disponibilidad.

“Es un mundo exigente que necesita mucha dedicación y a veces las mujeres deben posponer sus actividades profesionales y repartir sus horas con las tareas domésticas, razón por la cual se ven posicionadas en desventaja con respecto a los hombres al momento de ser seleccionadas para algún proyecto demandante. En este sentido, es fundamental fomentar que las tareas de cuidado sean compartidas para garantizar que se aproveche y valore el talento de muchas mujeres con capacidades increíbles que realizan enormes contribuciones a la ciencia”, dice.

Haydee Viola, junto con algunos de los investigadores, que trabajan en el proyecto de investigación sobre el impacto del COVID-19 en la salud mental, en el Instituto de Biología celular y neurocientífica IBCN, CONICET- UBA.
CONICET fotografia/Veronica Tello
Haydee Viola, junto con algunos de los investigadores, que trabajan en el proyecto de investigación sobre el impacto del COVID-19 en la salud mental, en el Instituto de Biología celular y neurocientífica IBCN, CONICET- UBA.

Ganadora del Premio Nacional L'Oréal-UNESCO

Actualmente, la doctora Viola es investigadora del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas de Argentina) y desde 1992 es profesora de Neurofisiología Integrativa en la Licenciatura en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires.

En 2021 ganó el premio L'Oréal-UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), que distingue a mujeres científicas destacadas menores de 54 años con proyectos vigentes. La dotación económica del galardón sirvió como aporte al financiamiento de su proyecto actual, centrado en el impacto del COVID-19 en la salud mental de los argentinos.

Ante el avance mundial de la pandemia de COVID-19 en el año 2020, la doctora Viola se unió a un grupo de investigadores argentinos para descifrar el daño que las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus estaban generando en la mente y en las emociones de las personas.

La investigación busca identificar el impacto del COVID-19 en la ansiedad generalizada, la depresión, la creatividad y la memoria en la población argentina, aunque también se realizan comparaciones con poblaciones de otros países de la región y del mundo. El objetivo es evaluar la influencia del virus en los distintos estadios de la pandemia, con foco en los momentos de picos de contagio y según la franja etaria y de género.

Resultados preliminares

Si bien el estudio continúa en 2022, hay varios datos que ya pudieron ser revelados analizando la población general de entre 18 a 50 años:

  • La ansiedad y la depresión en las personas fue directamente proporcional con el aumento masivo de casos, y aunque el incremento se dio en toda la población, los dos grupos que más sufrieron en esos periodos fueron los jóvenes de 18 a 30 años y las mujeres de todas las edades.
  • Para mayo de 2021 más del 50 % de las personas consultadas superaban los niveles establecidos como moderados de ansiedad.
  • Quienes realizaron actividad física al menos tres veces por semana durante el periodo de aislamiento mostraron un notable descenso en los niveles de ansiedad y depresión, mientras que quienes permanecieron más tiempo en aislamiento social aumentaron esos niveles.
  • La campaña de vacunación fue síntoma de esperanza. Se determinó a mediados de 2021 que quienes habían recibido por lo menos una dosis de la inmunización contra el COVID-19 se autopercibían con menor índice de depresión.
  • Los niveles de depresión disminuyen entre las personas que trabajan, independientemente del ámbito o la modalidad de su ocupación.

El estudio se encuentra ahora en la fase de evaluar la incidencia del virus en la creatividad y en la memoria de las personas que lo contrajeron.

Haydee Viola, rodeada de otros investigadores, que trabajan en un proyecto de investigación sobre el impacto del COVID-19 en la salud mentalen el Instituto de Biología celular y neurocientífica IBCN, CONICET- UBA.
CONICET fotografia/Veronica Tello
Haydee Viola, rodeada de otros investigadores, que trabajan en un proyecto de investigación sobre el impacto del COVID-19 en la salud mentalen el Instituto de Biología celular y neurocientífica IBCN, CONICET- UBA.

La importancia de educar a las mujeres en ciencia 

Cuando la doctora Viola habla de su profesión, es indudable que su vocación de servicio es el factor que la impulsa, y ese sentimiento es el que quiere promover e inculcar entre sus estudiantes, a quienes también les resalta que nada es posible sin el trabajo en equipo, la dedicación y el esfuerzo.

 “Cuando veo mujeres que se incorporan al mundo de la ciencia, que se interesan, que eligen el campo de la investigación no por una salida laboral sino por mejorar los conocimientos y hacer aportes a la sociedad, que sienten ese mandato interno al cual no se pueden negar, cuando sus proyectos avanzan y el esfuerzo se traduce en resultados más allá de los obstáculos, siento que se hace justicia, siento que es la forma en la que tenemos de demostrar que nosotras podemos.”

Este reportaje ha sido producido por el Centro de Información de las Naciones Unidas en Argentina.