Estudiantes mexicanos desarrollan una aplicación para preservar y enseñar las lenguas originarias

Estudiantes y participantes del proyecto Miyotl.
CINU México/Teresita Moreno
Estudiantes y participantes del proyecto Miyotl.

Estudiantes mexicanos desarrollan una aplicación para preservar y enseñar las lenguas originarias

Derechos humanos

 La aplicación Miyotl, Aprende una lengua indígena contiene entre 15.000 y 20.000 palabras en 25 de las 68 lenguas originarias que se hablan en México. La desarrollaron estudiantes universitarios con la contribución de más de 100 personas hablantes nativas.

Para preservar y difundir las lenguas maternas, cerca de cien jóvenes, estudiantes y docentes de la Universidad Autónoma Chapingo desarrollaron la Miyotl App, una aplicación para dispositivos móviles que permite a los usuarios aprender hasta 20.000 palabras en 25 lenguas indígenas mexicanas.

“Con las lenguas podemos mantener viva nuestra cultura y expandirla a todo el mundo, podemos aprender bastante conocimiento y tradiciones”, reflexionó Emilio Álvarez Herrera, estudiante de la Universidad Autónoma Chapingo, desarrollador de la aplicación y aprendiz de la lengua náhuatl.

Aprender una nueva lengua va mucho más allá de obtener la habilidad de comunicarse a través de ella, también amplía nuestra visión del mundo.

Acceso a la Universidad Autónoma Chapingo, localizada en Texcoco, Estado de México, donde estudiantes desarrollaron una aplicación para traducir al castellano 25 lenguas maternas mexicanas, el 9 de febrero de 2022.

“Actualmente hay una tendencia negativa, se están extinguiendo las lenguas: esto implica que los pueblos pierdan su identidad y su cultura, y que esto acabe con un patrimonio no tangible de la humanidad. La lengua es vida, comunicación, acción, política. Es importante preservar las lenguas porque nos dan identidad, nos dan fuerza”, dijo.

Miyotl es una palabra de origen náhuatl que puede traducirse al español como “rayo de luz”. Actualmente, la app que lleva este nombre cuenta con 25 lenguas y se completará en tres etapas, dos de las cuales ya están en línea. La primera es un diccionario con un repertorio de entre 15.000 y 20.000 palabras; la segunda, una sección de cultura general, donde los usuarios podrán leer textos sobre las costumbres de los pueblos originarios, poemas y cuentos; la tercera y última contará con una sección de aprendizaje que se agregará en la próxima actualización.

“La idea es que todo el mundo pueda tener acceso fácil, gratuito y rápido. En una aplicación concentrar textos, un diccionario rápido, frases rápidas y, si queremos visitar una de las zonas donde se hable náhuatl, tutunakú o cualquiera otra de nuestras lenguas, se puedan aprender en unos diez o 15 minutos algunas frases introductorias, o si el usuario lo requiere, pueda aprender mucho más de la gramática, de temas técnicos lingüísticos”, explicó Emilio.

(De izquierda a derecha) Isaac Antonio Cruz, Luis Ignacio Gómez Pérez, Bonifacio Rodríguez Peralta, Verónica Bonilla Vázquez, Jesús Yohualli López Javier, y Emilio Álvarez Herrera, desarrolladores de la aplicación Miyotl posan para una fotografía.
CINU México/Teresita Moreno
(De izquierda a derecha) Isaac Antonio Cruz, Luis Ignacio Gómez Pérez, Bonifacio Rodríguez Peralta, Verónica Bonilla Vázquez, Jesús Yohualli López Javier, y Emilio Álvarez Herrera, desarrolladores de la aplicación Miyotl posan para una fotografía.

Los creadores

El equipo principal, que ha trabajado a distancia en la última fase para la generación de contenidos de aprendizaje, está conformado por 6 personas: Emilio Álvarez Herrera, estudiante de Ingeniería en Irrigación y aprendiz de náhuatl; Bonifacio Rodríguez Peralta, estudiante de Ingeniería Agronómica y hablante de tutunakú; Luis Ignacio Gómez Pérez, sastre originario de Chiapas, hablante de tzotzil; e Isaac Antonio Cruz, estudiante de Economía, hablante de zapoteco.

Este esfuerzo surgió luego de que Emilio, como estudiante de una carrera relacionada con la ingeniería, agronomía y desarrollo rural, necesitara comunicarse con las personas trabajadoras del campo, muchas de ellas hablantes de lenguas indígenas.

Al equipo se han sumado también los profesores Verónica Bonilla Vázquez, hablante de náhuatl, y Jesús Yohualli López Javier, representante de la Academia de Lenguas Indígenas de la Universidad Autónoma Chapingo y hablante de náhuatl y ngiba o chocholteco.

Emilio, Bonifacio, Isaac, y Jesús Yohualli son integrantes de la Universidad Autónoma Chapingo, donde cerca del 30% de las y los estudiantes son de origen indígena.  

Aspectos de la Universidad Autónoma Chapingo, localizada en Texcoco, Estado de México, donde unos estudiantes desarrollaron una aplicación para traducir al castellano 25 lenguas maternas mexicanas, el 9 de febrero de 2022.

Quienes participan en esta iniciativa aprendieron a contar, a nombrar los colores y a recitar poemas en lenguas maternas gracias a los “abuelos”,  como se designa a los familiares, o que se utiliza como una muestra de respeto y reconocimiento hacia personas mayores.

Bonifacio Rodríguez aprendió a hablar tutunakú gracias a que sus padres y una persona mayor de su comunidad en la Sierra Norte de Puebla le transmitieron el conocimiento.

“Yo aprendí a hablar el español hasta los siete años. Como una persona aprende a hablar inglés o una lengua extranjera o cualquiera otra. Así es como puedo manifestar en español mi preocupación porque se están perdiendo las lenguas originarias, las lenguas maternas que sí son importantes y deben prevalecer”.

Luis Ignacio Gómez Díaz, originario del municipio de San Andrés Larráizar, en Chiapas, expuso que el mayor peligro que enfrenta su lengua, el tzotzil, es la mezcla que se hace con el español y que éste se ha convertido en el idioma predominante para las nuevas generaciones.

“Cada año de los muchos niños que nacen se enseñan con dos lenguas, el español y el tzotzil, cada vez se habla más el español y así se ha estado perdiendo un poco de la lengua originaria. Ahorita se combinan más las dos lenguas, muchas palabras y para algunas personas como que el español va predominando más que nuestra lengua”, dijo.

Verónica Bonilla Vázquez, aprendió una de las 39 variantes del náhuatl de su bisabuela, quien no hablaba ni una palabra de español. Lo que más le gusta de su lengua es la facilidad con que le permite expresarse, conocer sus orígenes, cultura y raíces, y recordar a su bisabuela, con quien platicaba en náhuatl.  Su vocablo favorito es “noyólotl”, que se puede traducir como “mi corazón”.

Póster del Día Internacional de la Lengua Materna.
UNESCO
Póster del Día Internacional de la Lengua Materna.

Cada dos semanas se extingue una lengua

En 1999, la Conferencia General de la UNESCO aprobó celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna, el 21 de febrero de cada año con el objetivo de proteger y conservarlas diferencias de culturas e idiomas que fomentan la tolerancia y el respeto de los demás.

La UNESCO ha alertado desde entonces de que la diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada conforme va desapareciendo un mayor número de lenguas.

“Cada dos semanas, como promedio, una lengua desaparece, llevándose con su desaparición todo un patrimonio cultural e intelectual”, apuntó la organización en el marco de la conmemoración.

Este año, el tema del Día Internacional de la Lengua Materna será "El uso de la tecnología para el aprendizaje multilingüe: desafíos y oportunidades”. La jornada busca debatir el papel potencial de la tecnología para avanzar en la educación multilingüe y apoyar el desarrollo de una enseñanza y un aprendizaje de calidad para todas y todos.

Los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 de México indican que el 6.1% de las personas mayores de tres años en el país habla alguna lengua indígena. Es decir, casi 7,5 millones de personas.. En el país actualmente existen 68 lenguas con 364 variantes y las que tienen un mayor número de hablantes son el náhuatl (22.4%), el maya (10.5%), el tzetzal (8.0%), el tzotzil  (7.5%), el mixteco (7.2%), y el zapoteco (6.7%).

Luis Arroyo/CINU Mexico
Estudiantes crean app para el aprendizaje de lenguas indígenas

 

Reportaje: Centro de Información de las Naciones Unidas, México