Guatemala: Las instituciones nacionales deben respetar el trabajo de los defensores de derechos humanos

Las mujeres de Sepur Zarco en Guatemala lucharon y ganaron un caso histórico contra dos militares acusados de crímenes de lesa humanidad.
ONU Mujeres/Ryan Brown
Las mujeres de Sepur Zarco en Guatemala lucharon y ganaron un caso histórico contra dos militares acusados de crímenes de lesa humanidad.

Guatemala: Las instituciones nacionales deben respetar el trabajo de los defensores de derechos humanos

Derechos humanos

Aunque esos activistas son cruciales para construir y consolidar el estado de derecho en Guatemala, al menos dos personas que cooperaron con la comisión contra la impunidad han sido detenidas. La ONU recuerda que los procesos judiciales deben cumplir los estándares internacionales y pide proteger a los defensores de las garantías fundamentales.

El Secretario General de las Naciones Unidas expresó gran preocupación frente a la noticia de que al menos dos personas personas que cooperaron estrechamente con la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) han sido detenidas recientemente en ese país.  

La CICIG operó en la nación centroamericana durante doce años, hasta 20219, según un acuerdo entre la ONU y el gobierno guatemalteco.

António Guterres subrayó en un comunicado de su portavoz que los los procesos judiciales deben cumplir con los requisitos de un juicio justo y del debido proceso, y que es deber de todas las instituciones nacionales respetar y observar la independencia del poder judicial.  

Uso indebido del derecho penal

En consonancia con el Secretario General, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala y la Procuraduría de Derechos Humanos publicaron esta semana un informe en el que exponen la criminalización de las personas defensoras de las garantías fundamentales y el uso indebido del derecho penal en su contra.

El documento da cuenta de los riesgos que corren y los ataques de los que son objeto los activistas de derechos humanos en el país centroamericano.

El documento, que abarca el periodo del 1 de enero de 2017 al 30 de abril de 2019, señala que las personas y organizaciones defensoras continúan enfrentando múltiples amenazas que varían en función de las diversas cuestiones de derechos humanos que defienden o de su identidad, como es el caso de los pueblos indígenas, las mujeres o las personas LGBTIQ.

Pese a su papel fundamental en la construcción y consolidación de la democracia y el estado de derecho en Guatemala, los activistas de derechos humanos sufren agresiones de parte de actores estatales y no estatales que buscan disuadirlos de continuar con su labor.

El informe describe los peligros específicos y numerosos que enfrentan ciertos grupos de personas, entre los que se cuentan los pueblos indígenas; las mujeres defensoras; las personas defensoras LGBTIQ; los periodistas; los jueces y abogados independientes; y los activistas que defienden los derechos de víctimas del conflicto armado interno.

El Museo Comunitario de la Memoria Histórica en la localidad de Rabinal, en Guatemala, dignifica la memoria de las víctimas de asesinatos y desapariciones forzadas en la zona.
PNUD Guatemala/Caroline Trutmann Marconi
El Museo Comunitario de la Memoria Histórica en la localidad de Rabinal, en Guatemala, dignifica la memoria de las víctimas de asesinatos y desapariciones forzadas en la zona.

Debilidades institucionales

De acuerdo con los autores del estudio, existen varios factores estructurales que perpetúan los obstáculos a la defensa de los derechos humanos en Guatemala: la estigmatización y los prejuicios contra los activistas y las garantías fundamentales en general; la falta de seguridad en la tenencia o propiedad de las tierras, los territorios y los recursos naturales; la corrupción e impunidad; y la violencia, incluyendo la de carácter político en el contexto electoral.

“Las debilidades institucionales representan un factor transversal que limita la superación de los problemas estructurales e impide garantizar una respuesta efectiva del Estado”, apunta el documento.

Argumenta que los ataques contra personas defensoras tienen impactos negativos en las esferas individual, familiar y colectiva, sobre todo en el caso de los pueblos indígenas, dando como resultado el silenciamiento y la paralización de su trabajo.

Recomendaciones

El informe reconoce que a lo largo de los años Guatemala ha logrado algunos avances en la protección y acceso a la justicia en casos de ataques contra defensores de derechos humanos, pero advierte que el país debe tomar medidas para conservarlos y seguir adelante en esa dirección.

Para ello, recomienda una serie de medidas para proteger las personas defensoras de los derechos humanos:

  • Adopción de una política pública de protección integral de esos activistas que incluya un presupuesto adecuado para su implementación
  • Prevención de ataques contra esas personas desde las instituciones del Estados a todos los niveles
  • Protección de la vida e integridad por medio de la evaluación de los riesgos individuales y colectivos de las distintas categorías y géneros de los defensores
  • Combate a la impunidad mediante la investigación independiente y oportuna, y –de ser el caso- la persecución en contra, de los autores materiales e intelectuales de delitos contra personas defensoras

Inclusión de un enfoque