La ONU repudia el asesinato de tres trabajadores de Médicos sin Fronteras en Tigray

Miles de etíopes huyen de los combates en la región de Tigray.
ACNUIR/Hazim Elhag
Miles de etíopes huyen de los combates en la región de Tigray.

La ONU repudia el asesinato de tres trabajadores de Médicos sin Fronteras en Tigray

Paz y seguridad

Atacantes desconocidos asesinaron a tres empleados de la organización Médicos sin Fronteras en la región de Tigray, en Etiopía. El líder de la ONU calificó el crimen como una violación atroz del derecho internacional.

Tres trabajadores humanitarios de Médicos sin Fronteras (MSF) fueron abatidos en la convulsionada región etíope de Tigray cuando el vehículo en que se transportaban sufrió un ataque por parte de individuos no identificados.

De acuerdo con los despachos de prensa, el jueves por la tarde, el centro de coordinación de MSF perdió contacto con el vehículo que transportaba a tres de sus trabajadores. El viernes por la mañana sus cuerpos fueron hallados cerca del vehículo vacío.

Las víctimas fueron María Hernández, de nacionalidad española, y los miembros del personal etíope Yohannes Halefom Reda y Tedros Gebremariam Gebremichael. “No hay palabras que puedan expresar nuestra tristeza, conmoción e indignación por este horrible ataque”, apuntó el organismo en un comunicado

Médicos sin Fronteras es una organización médico-humanitaria internacional e independiente, compuesta por decenas de miles de profesionales de la salud y personal logístico y administrativo, que opera en todo el mundo.

El conflicto que comenzó en Tigray en noviembre pasado entre las fuerzas del gobierno central y las fuerzas regionales del Frente de Liberación Popular de Tigray ha causado desplazamientos masivos de población y ha sumido a la región en una crisis humanitaria que, según advierte la ONU, se encuentra al borde de la hambruna.

Al menos 1,6 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto en el Tigray.
© PMA/Leni Kinzli
Al menos 1,6 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto en el Tigray.

Solidaridad

Este sábado, el Secretario General de las Naciones Unidas se refirió al crimen como “inaceptable desde cualquier punto de vista”, afirmó que se trata de una violación flagrante del derecho internacional humanitario y pidió que se encuentre, procese y castigue a los responsables.

“Me solidarizo con nuestros socios humanitarios que están arriesgando sus vidas para brindar protección y socorro a la gente de Tigray”, agregó António Guterres.

Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se aunó a la indignación por los brutales asesinatos y recordó que los trabajadores humanitarios y de derechos humanos “son civiles y, como tales, nunca pueden ser atacados. Las partes en conflicto deben respetar plenamente las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos".

Estos "horribles asesinatos se producen mientras seguimos recibiendo informes de violaciones graves del derecho internacional humanitario y abusos de los derechos humanos en Tigray", subrayó.

Bachelet llamó a que se inicie una "investigación oportuna, transparente y exhaustiva” de los asesinatos, así como de todas las denuncias de violaciones de las garantías fundamentales. “Los perpetradores deben rendir cuentas”, enfatizó.

El jefe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, apuntó en un mensaje de Twitter su consternación por el abatimiento de estos trabajadores, que estaban atendiendo a algunas de las personas más vulnerables. “La OIM condena en los términos más enérgicos que los trabajadores humanitarios se conviertan en objetivos de ataque en los conflictos".

Un niño de siete meses habitante del Tigray come galletas de alto contenido calórico para aumentar su nutrición.
© UNICEF/Esiey Leul Kinfu
Un niño de siete meses habitante del Tigray come galletas de alto contenido calórico para aumentar su nutrición.

Ataque aéreo

La población civil es la más afectada por el conflicto en Tigray, que se ha intensificado en los últimos días. El martes, informaciones contradictorias dieron cuenta de un ataque aéreo del gobierno etíope que golpeó un mercado en la aldea de Togoga, dejando muertos a numerosos civiles, entre ellos mujeres y niñas.

El viernes, el Secretario General António Guterres reiteró la necesidad de que todas las partes “asuman sus responsabilidades en virtud del derecho internacional humanitario y de derechos humanos y que garanticen la protección de los civiles. También solicitó una investigación independiente y rápida” del incidente.

En esa ocasión, llamó una vez más a ponerle fin inmediato a los enfrentamientos y abogó por medidas urgentes para resolver pacíficamente el conflicto.

La respuesta humanitaria de la ONU a la situación de seguridad altamente volátil y compleja de Tigray incluye brindar asistencia alimentaria a alrededor de 5,2 millones de personas que la necesitan. Hasta ahora se ha accedido a alrededor de 3,7 millones de personas.

Más de 1000 niños has recibido tratamiento por desnutrición aguda grave y alrededor de 5000 por desnutrición aguda moderada en los últimos días, mientras que más de 22,000 recibieron servicios médicos en la segunda semana de junio.