“Médicos y no bombas”: Cuba recuerda las palabras de Fidel Castro en la Asamblea General

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel se dirige a la Asamblea General en un mensaje en vídeo.
ONU/Manuel Elias
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel se dirige a la Asamblea General en un mensaje en vídeo.

“Médicos y no bombas”: Cuba recuerda las palabras de Fidel Castro en la Asamblea General

ONU y Secretario General

El país del Caribe anunció que trabaja incansablemente en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19, y expresó que ha podido mantener el derecho a la salud de su pueblo durante la pandemia a pesar de un recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos. El líder del país además denunció “la prepotencia nunca antes vista” del gobierno de Donald Trump. 

El mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, hizo un llamado a la democratización de las Naciones Unidas para poder responder de manera efectiva a las necesidades y aspiraciones de todos los pueblos.

“El anhelado derecho de la humanidad a vivir en paz y seguridad, con justicia y libertad, base de la unión de las naciones, es constantemente amenazado. Más de 1,9 billones de dólares se dilapidan hoy en una insensata carrera armamentista sustentada en la política agresiva y guerrerista del imperialismo, cuyo máximo exponente es el actual gobierno de Estados Unidos, responsable del 38% del gasto militar global”, expresó durante el primer día del debate general de alto nivel.

Díaz-Canel, recordó las palabras de Fidel Castro: “Médicos y no bombas”, sosteniendo que ésta es la divisa de su país.

“Salvar vidas y compartir lo que somos y tenemos, al precio de cualquier sacrificio, es lo que brindamos al mundo desde las Naciones Unidas, a la que sólo pedimos un cambio a tono con la gravedad del momento”, dijo.

El mandatario denunció “un régimen marcadamente agresivo y moralmente corrupto que desprecia y ataca al multilateralismo” en Estados Unidos.

“Emplea el chantaje financiero en su relación con las agencias del sistema de Naciones Unidas y con una prepotencia nunca antes vista se retira de la Organización Mundial de la Salud, de la UNESCO y del Consejo de Derechos Humanos. Paradójicamente, el país que aloja a la sede de la ONU también se aparta de tratados internacionales fundamentales, como el Acuerdo de París sobre cambio climático”, subrayó.

La crisis del COVID-19 y el neoliberalismo

Díaz-Canel aseguró que las secuelas del COVID-19 van más allá del impacto sanitario y que la crisis multidimensional que se ha desatado es “claramente el profundo error de las políticas deshumanizadas impuestas a ultranza por la dictadura del mercado”.

“A diferencia del excluyente neoliberalismo, que separa y desecha a millones de seres humanos, condenándolos a sobrevivir con las sobras del banquete del 1% más rico, el virus de la COVID-19 no discrimina entre unos y otros, pero sus devastadores impactos económicos y sociales serán letales entre los más vulnerables, los de menos ingresos, los mismos en el mundo subdesarrollado que en los bolsones de pobreza de las grandes urbes industrializadas”, expresó.

El bloqueo

El mandatario recalcó que el país ha logrado preservar el derecho a la salud a pesar de las duras restricciones del prolongado bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos.

“Recrudecido brutalmente en los dos últimos años, incluso en tiempos de pandemia, como prueba de que ese es el componente esencial de su política de hostilidad hacia Cuba. La agresividad del bloqueo ha escalado a un nivel cualitativamente nuevo, que refuerza su condición de impedimento real y determinante para el manejo de la economía y el desarrollo de nuestro país”, denunció.

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La vacuna del COVID-19

Díaz-Canel informó que la comunidad científica de Cuba está trabajando sin descanso en una de las primeras vacunas que están en fase de ensayos clínicos en el mundo.

Agregó que sus creadores y otros investigadores y estudiosos, articulados con el sistema de salud, desarrollan protocolos de atención a las personas contagiadas, a las recuperadas y a la población de riesgo, que les han permitido mantener las estadísticas de la epidemia en torno al 80 por ciento de personas que se recuperan y un índice de letalidad por debajo de la media continental y mundial.

“Somos Cuba. Luchemos juntos por la promoción de la paz, la solidaridad y el desarrollo”, concluyó.