Sin una respuesta adecuada a la COVID-19 se corre el riesgo de retroceder en la igualdad de género

La pandemia de la COVID-19 puede provocar la pérdida de progresos que se han conseguido tras diversas generaciones.
OIT
La pandemia de la COVID-19 puede provocar la pérdida de progresos que se han conseguido tras diversas generaciones.

Sin una respuesta adecuada a la COVID-19 se corre el riesgo de retroceder en la igualdad de género

Mujer

La respuesta a la pandemia del coronavirus ha provocado un impacto social y económico desproporcionado y devastador en las mujeres y las niñas y ha dejado al descubierto y agudizado los considerables obstáculos a los que se enfrentan las para lograr sus derechos y desarrollar su potencial, destacó este lunes el Secretario General de la ONU

Durante un encuentro virtual dedicado a mujeres jóvenes en representación de organizaciones de la sociedad civil, António Guterres dijo que la COVID-19 está profundizando las inequidades que ya existían, como la desigualdad de género, y que se está produciendo un retroceso en materia de igualdad y derechos de la mujer que costaron décadas de conseguir. “Y sin una respuesta adecuada, corremos el riesgo de perder una generación o más de logros”, sentenció. 
 

Entre los varios impactos que han sufrido las mujeres durante la crisis sanitaria, Guterres mencionó la violencia de género, los bajos salarios que reciben, la alta representación que ostentan en el área del trabajo informal y en el de los cuidados no remunerados en el hogar, que aumentó exponencialmente como resultado de los cierres de escuelas y las necesidades de las personas mayores.

“En resumen, la pandemia expone y agudiza los considerables obstáculos a los que se enfrentan las mujeres para lograr sus derechos y desarrollar su potencial. El progreso perdido puede tardar años, incluso generaciones, en recuperarse. Sabemos por el brote de ébola en África Occidental que cuando las adolescentes dejan la escuela, es posible que nunca regresen”, dijo.

La prioridad es proteger a las mujeres

El Secretario General destacó que ante estos difíciles momentos la protección de los derechos de las mujeres y las niñas es una prioridad para las Naciones Unidas y recordó la publicación de un informe el pasado mes de abril donde se instaba a los Gobiernos a tomar medidas concretas para poner a las mujeres y las niñas (su inclusión, representación, derechos, resultados sociales y económicos y protección) en el centro de todos los esfuerzos para abordar y recuperarse de la pandemia COVID-19.

El titular de la ONU delineó tres prioridades en la fase de respuesta a la enfermedad. La primera fase de ellas es la respuesta sanitaria.

“Los gobiernos deben tener una visión holística del impacto en la salud de esta pandemia. Todas las mujeres tienen derecho a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y asequibles. Los gobiernos tienen la responsabilidad de asegurarse de que las mujeres y las niñas puedan acceder a estos servicios, incluso durante una crisis”, explicó.

Del mismo modo, les instó a priorizar la protección de las mujeres contra la violencia de género en sus planes nacionales contra la COVID-19.

La Agenda 2030 marca la hoja de ruta de la Organización

Las otras dos prioridades que apuntó son mitigar el impacto social y económico de la crisis y construir un futuro mejor para las mujeres

Con relación al primer aspecto abogó por entregar dinero a las mujeres que trabajan tanto en la economía formal como en la informal al indicar que “las transferencias de efectivo, los créditos y los préstamos deben dirigirse a ellas para mitigar el impacto inmediato de la pérdida de puestos de trabajo y el aumento de sus responsabilidades con el cuidado de otras personas”. 

Por último, expresó que la fase de respuesta para construir un futuro mejor pasa por no volver a usar las fallidas políticas que dieron lugar a frágiles sistemas de salud, protección social y acceso a la justicia. 

“Este es el momento de reconstruir sociedades más igualitarias, inclusivas y resilientes. Nuestra hoja de ruta es la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, explicó.

Guterres destacó que ha llegado el momento de acabar con las desigualdades que   provoca el trabajo no remunerado de prestación de cuidados y la necesidad de crear nuevos modelos económicos que funcionen para todas las personas.

“Las prestaciones como el seguro médico, la baja por enfermedad remunerada, la asistencia infantil y familiar remunerada y la baja por maternidad o paternidad remunerada no son lujos; son vitales para el funcionamiento de nuestras sociedades”, remarcó.

Especificó que la recuperación de esta situación “va más allá de los gobiernos” y que es necesaria la participación y el compromiso del sector privado, el académico, la sociedad civil y el de instituciones de cualquier tipo.   

Pese a que el coronavirus figura entre las prioridades de la Organización, Guterres destacó la importancia de otros eventos para la igualdad de género que se celebrarán este año como el 25 aniversario de la Declaración de Beijing, el 20 aniversario de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre la Mujer, la Paz y la Seguridad, y el primer año de la Década de Acción sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  

Poner a la mujer en el centro de la recuperación

Por su parte, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, destacó que el evento de hoy brinda a las mujeres y a las niás de todo el mundo la posibilidad de contactar con el Secretario General, pero que "también es un momento para reconocer las voces de todos aquellos que no están en la 'sala' y cuyas necesidades y preocupaciones seguimos luchando y defendiendo, en todos los ámbitos”

Al mismo tiempo destacó que “la sociedad civil y los movimientos de mujeres son socios inquebrantables en la campaña para denunciar y abordar las desigualdades que han aumentado con COVID-19, y para poner a las mujeres en el centro de la recuperación".

Mlambo-Ngcuka también resaltó lo preocupante que es que las niñas no puedan asistir al colegio por culpa del coronavirus.

“Dado que millones de niñas no asisten a la escuela corren un mayor riesgo de verse afectadas por prácticas nocivas. También puede causar que la abandonen completamente arriesgándonos a perder otra generación”, resaltó.